El complejo militar-industrial de Bielorrusia ya está involucrado en la reparación de equipos rusos dañados durante las hostilidades, denunció Ucrania este miércoles. 

Así lo dice el informe matutino del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, publicado en Facebook.

Por otra parte, el sitio Ukrinform publicó que las tropas rusas usan granadas de mano químicas en Ucrania, citando al mismo Estado Mayor.

"Usando vehículos aéreos no tripulados, el enemigo está tratando de golpear a nuestro personal y está usando granadas de gas lacrimógeno K-51",  señala el Estado Mayor General. 

Las unidades de las Fuerzas de Defensa de Ucrania en la región de Zaporiyia desactivaron un vehículo aéreo no tripulado que transportaba una granada K-51 con una sustancia altamente explosiva con la ayuda de medios de guerra electrónica, indicó.

En cuanto al papel que puede desempeñar Bielorrusia en la guerra, analistas afirmaron que "si su pequeño e inexperto ejército se involucrase, las tropas adicionales podrían ayudar a Moscú a cortar algunos corredores de transporte clave, pero probablemente no aumentarían significativamente las  capacidades del presidente ruso, Vladimir Putin, en el campo de batalla". 

"El ejército bielorruso es débil y está desmotivado, y no está dispuesto a pelear con Ucrania, lo que significa que Lukashenko intentará darle a Putin cualquier cosa menos soldados bielorrusos", declaró el martes a The Associated Press el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov.

Él añadió: que "Lukashenko le está haciendo saber a Putin que ayudará pero sin pelear". 

"Ni las élites bielorrusas ni la población están listas para participar en esta guerra incomprensible", añadió al mismo medio Valery Karbalevich, analista independiente bielorruso.

Karbalevich apuntó que Lukashenko está tratando de negociar, ofreciendo mantener las armas nucleares rusas en su territorio y crear la fuerza conjunta, al tiempo que insinúa la debilidad de su ejército.

Parte de la frontera de 1.000 kilómetros (621 millas) de Bielorrusia con el noroeste de Ucrania se encuentra a unos 90 kilómetros (56 millas) al norte de Kyiv, la capital de Ucrania. 

Las tropas provenientes de Bielorrusia probablemente se trasladarían al oeste y atacarían las ciudades de Lviv y Lutsk, centros de transporte clave para los suministros militares occidentales, opinó Zhdanov, analista militar ucraniano.

"Es vital que Rusia corte el corredor de transporte, porque a través de Lviv, las armas occidentales llegan al este y al sur, donde el ejército ucraniano está realizando una contraofensiva exitosa, y esto solo se puede hacer desde Bielorrusia", afirmó Zhdanov.

Sin embargo, el ejército de Lukashenko es relativamente pequeño (solo 45,000 soldados, incluidos los reclutas) y en gran parte sin experiencia.

El ejército bielorruso realiza simulacros regulares, pero ya no participó en combates desde la Segunda Guerra Mundial.

En el mejor de los casos, Minsk podrá desplegar 20.000 soldados, soldados contratados profesionales, según Zhdanov.

El analista militar bielorruso Alexander Alesin indicó que Lukashenko puede evitar involucrarse diciendo que sus tropas limitadas son necesarias para defender las fronteras de Bielorrusia de sus vecinos: los miembros de la OTAN Polonia, Lituania y Letonia.

Lukashenko consideró a principios de este año que la campaña del Kremlin en Ucrania "se ha prolongado" e incluso sugirió que podría mediar en las conversaciones de paz, insistiendo en la necesidad de poner fin a la guerra lo antes posible. 

Kabralevich aseguró que Lukashenko entiende que Rusia está perdiendo la guerra y que "está tratando de arrastrarse lo más lejos posible de Rusia".

Lukashenko también se enfrenta a la frustración pública en su tierra, ya que los bielorrusos están sintiendo los efectos de las paralizantes sanciones occidentales y el aumento de la inflación, que ya es el doble que el año pasado.

"Después de las protestas masivas de 2020, cuando cientos de miles de personas exigieron la renuncia del líder de Bielorrusia, Lukashenko tiene miedo de armar a los bielorrusos. Puede provocar otra explosión doméstica", analizó Karbalevich.

Y, apuntó Alesin, los bielorrusos no están mentalmente preparados para luchar contra los ucranianos.

"A diferencia de los rusos, los bielorrusos no tienen absolutamente ninguna hostilidad hacia los ucranianos y no entienden el objetivo de esta operación especial. Esto puede dar lugar a que las masas se nieguen a cumplir las órdenes de disparar contra los ucranianos", dijo.