La Policía detuvo este viernes a un hombre armado sospechoso de matar a ocho personas y herir a otras 14 en un pueblo cercano a Belgrado, en el segundo tiroteo masivo que se produjo esta semana en el país.

"El sospechoso UB, nacido en 2002, ha sido detenido en las inmediaciones de la ciudad de Kragujevac", comunicó el Ministerio del Interior, que dio cuenta del saldo de víctimas y explicó que "la investigación sigue su curso".

El hecho conmocionó al país y el presidente de Serbia se iba a referir al atentado ocurrido en el pueblo de Dubona, cerca de la ciudad de Mladenovac, a 42 kilómetros al sur de Belgrado, el segundo en el país balcánico en sólo dos días.

El miércoles, un niño de 13 años mató a tiros a nueve personas e hirió a siete en una escuela de Belgrado antes de entregarse.

Altercado

Según medios locales, el sospechoso del segundo tiroteo participó en un altercado en el patio de un colegio a última hora del jueves y se marchó, pero volvió con un fusil de asalto y una pistola. Abrió fuego y siguió disparando a la gente al azar desde un coche en marcha.

La emisora ​​estatal RTS informó que entre los muertos había un policía fuera de servicio y su hermana.

Alrededor de 600 policías serbios, incluida la Unidad Especial Antiterrorista de élite y la Gendarmería, participaron en la persecución, bautizada como Operación Torbellino, informó RTS.

"Esto es triste, el joven policía tiene la edad de mi hija, nacida en 1998. Mi hija está tomando sedantes, no hemos podido dormir en toda la noche, han crecido juntas", contó Danijela, una mujer de mediana edad en Dubona.

Los heridos habían sido trasladados a varios hospitales locales y el Ministerio de Sanidad llamó a la gente a donar sangre para los heridos, según la cadena RTS, citada por la agencia de noticias Reuters.

La Policía sacó un helicóptero, drones y múltiples patrullas policiales para dar caza al sospechoso.

"Esto es terrible para nuestro Estado, es una gran derrota. En dos días tantos (...) muertos", se lamentó Ivan, un residente de Dubona.

Por Antonio Bronic y Aleksandar Vasovic, de la agencia Reuters