El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció este lunes que las tropas de aquel país "liberaron" completamente la ciudad de Márinka, ubicada en la República Popular de Donetsk, todo según la prensa de Moscú.

"En el marco de las acciones activas ofensivas, los grupos de asalto de la agrupación del sur hoy liberaron completamente la localidad de Márinka, en el sudoeste de Donetsk", indicó Shoigú.

La prensa de Kiev se limitó a informar que  "recrudecieron los ataques" enemigos allí.

De acuerdo con las palabras de Shoigú, "la liberación de Márinka alejó la artillería de las Fuerzas Armadas de Ucrania de Donetsk, lo que permitirá más eficazmente defender la ciudad" de sus ataques.

Shoigú comentó que "las tropas ucranianas convirtieron la ciudad en una fortificación con pasos subterráneos durante nueve años". 

"De hecho, en cada calle [fueron creadas] instalaciones bien fortificadas y bastante bien protegidas de todos los ataques, tanto desde el aire como de artillería de campo; puestos de fuego a largo plazo y un sistema complejo de comunicaciones subterráneas", señaló.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que "los militares que participaron en la liberación de la urbe merecen condecoraciones estatales".

El mandatario hizo hincapié en que uno de los aspectos positivos de este éxito consiste en la oportunidad de alejar a las unidades de combate ucranianas de Donetsk

El presidente ruso afirmó que "la liberación de Márinka debilita la defensa de Ucrania y le da al Ejército ruso oportunidades adicionales".

"Nuestras tropas tienen la oportunidad de ingresar a un espacio operativo más amplio", señaló.     

Putin se extendió en felicitaciones para Shoigú y pidió que se transmitan junto a palabras de agradecimiento a todos los que contribuyeron a lo que llamó "acontecimiento".

"Lo felicito, es un éxito. Transmita mis palabras de agradecimiento a todos los combatientes que participaron en las batallas", declaró el presidente y comandante en jefe de las FFAA rusas, según Sputnik.

Rusia asegura que "lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev".