El primer ministro de Portugal, António Costa, anunció este martes su renuncia al cargo, después de ser objeto de una operación de inspección y de investigación por supuesta corrupción del Gobierno.

Costa ya había presentado su dimisión al presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, durante su reunión esta mañana en el Palacio de Belém, la residencia oficial del Presidente.

Costa señaló en su declaración que no está involucrado en ningún caso de corrupción, pero que prefería renunciar para enfocarse en su defensa ante el Supremo Tribunal de Justicia.

El ahora ex mandatario se vio envuelto en un caso de corrupción relacionado con proyectos energéticos.

El ex primer ministro y varios miembros de su Gabinete han sido investigados por la Fiscalía lusa por supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias, en negocios del sector del litio y el hidrógeno.

"Fui hoy sorprendido de que ya se ha instaurado contra mí una causa criminal, obviamente estoy totalmente disponible para colaborar con la Justicia en todo lo que entienda necesario para apurar toda la verdad, sea de la materia que sea", había sostenido Costa antes de su renuncia.

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Se trata de una investigación en torno a concesiones de explotación de litio en las minas de Romano y Barroso, en el norte del país; además de un proyecto de una central de producción de energía a partir de hidrógeno y otro para la construcción de un centro de datos.

En la causa, la Justicia local ya había hecho unos 40 allanamientos, destacó oportunamente Xinhua.

La Fiscalía a cargo del caso emitió órdenes de detención contra el jefe de gabinete y dos de sus administradores en la sociedad de consultoría "Start Campus". También contra un abogado vinculado. Los tres están obligados a presentarse ante la Justicia.