El ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, dimitió el lunes, abriendo aún más la puerta al Partido Laborista, de la oposición británica, para recuperar terreno en su antiguo corazón escocés en unas elecciones nacionales previstas para este año.

Yousaf dimitió como líder del independentista Partido Nacional Escocés (SNP), por sus siglas en inglés) tras una semana de caos provocado por la ruptura de un acuerdo de coalición con los Verdes escoceses.

A continuación, no consiguió el apoyo suficiente para sobrevivir a la moción de censura que se esperaba esta semana.

Poco más de un año después de sustituir a Nicola Sturgeon como ministra principal y líder del SNP, Yousaf afirmó que había llegado el momento de que otra persona dirigiera el gobierno autónomo de Escocia.

La suerte del SNP se ha tambaleado tras un escándalo de financiación y la dimisión de Sturgeon como líder del partido el año pasado. También se han producido luchas internas sobre lo progresista que debe ser su discurso para atraer a los votantes.

Atrapado entre la defensa de la trayectoria progresista del Gobierno de coalición y las exigencias de algunos nacionalistas de desechar las reformas sobre el reconocimiento de género y volver a centrarse en la economía, Yousaf fue incapaz de encontrar un equilibrio que garantizara su supervivencia.

El SNP está perdiendo apoyo popular tras 17 años al frente del gobierno escocés. A principios de este mes, la empresa de sondeos YouGov afirmó que el Partido Laborista había superado al SNP en intención de voto para unas elecciones en Westminster por primera vez en una década.

El resurgimiento de los laboristas en Escocia se suma al reto al que se enfrenta el Partido Conservador del primer ministro británico, Rishi Sunak, muy por detrás de los laboristas en los sondeos de opinión de todo Reino Unido.

El Parlamento escocés dispone ahora de 28 días para elegir a un nuevo ministro principal antes de que se fuerce la convocatoria de elecciones. El antiguo líder del SNP, John Swinney, y la antigua rival de Yousaf en el liderazgo, Kate Forbes, se perfilan como posibles sucesores.

Si el SNP es incapaz de encontrar un nuevo líder que cuente con el apoyo del Parlamento, se celebrarán elecciones en Escocia.

(Edición de William Schomberg; editado en español por Javi West Larrañaga y Benjamín Mejías Valencia, Reuters)