La policía antidisturbios de Kenia lanzó gases lacrimógenos contra manifestantes en Nairobi 
este martes y estallaron manifestaciones en otras ciudades del país exigiendo la renuncia del presidente William Ruto, luego de una semana de enfrentamientos mortales en protestas contra los impuestos.

Nubes de gas lacrimógeno se extendieron sobre el centro de Nairobi después de que los manifestantes prendieran fuego a Waiyaki Way, la carretera principal que atraviesa el centro de la capital, y lanzaran piedras a la policía en el distrito comercial central.

En las afueras de la capital, cientos de manifestantes marcharon entusiasmados por Mombasa, la segunda ciudad más grande de Kenia, en la costa del océano Índico. Llevaban hojas de palma, tocaban cuernos de plástico y tambores, coreando "¡Ruto debe irse!".

Ruto, que enfrenta la crisis más grave de sus casi dos años de presidencia, se vio atrapado entre las demandas de los prestamistas, como el Fondo Monetario Internacional, de recortar los déficits, y una población presionada por el creciente costo de la vida. Los miembros del movimiento de protesta, que no tiene líderes oficiales y se organiza en gran medida a través de las redes sociales, rechazaron los llamados de Ruto al diálogo, incluso después de que abandonara los aumentos de impuestos propuestos que desencadenaron las manifestaciones.

"La gente está muriendo en las calles y lo único de lo que él puede hablar es de dinero. No somos dinero. Somos personas. Somos seres humanos", declaró a la agencia de noticias Reuters el manifestante Milan Waudo en Mombasa. El manifestante continuó: "Él necesita preocuparse por su gente, porque si no puede preocuparse por su gente entonces no lo necesitamos en esa silla".

Según imágenes difundidas por la televisión keniana, se produjeron otras protestas en Kisumu, Nakuru, Kajiado, Migori, Mlolongo y Rongo. En la ciudad suroccidental de Migori, los manifestantes prendieron fuego a neumáticos. Decenas de kenianos murieron en manifestaciones y enfrentamientos con la policía desde el 18 de junio, la mayoría de ellos muertos a tiros por los agentes el pasado martes, cuando algunos manifestantes intentaron asaltar el Parlamento para impedir que los legisladores votaran sobre los aumentos de impuestos.

Enfurecidos por las muertes (al menos 39 según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia, financiada por el Gobierno), muchos exigen que Ruto renuncie.

Extracto y adaptación de un artículo escrito por Jefferson Kahinju y Dicksy O'Biero, para la agencia de noticias Reuters