Rebeldes de la región etíope de Tigray tomaron un pueblo patrimonio de la Unesco
Se trata de Lalibela, en la región vecina de Amhara, famoso por sus iglesias excavadas en la roca, adonde llegó el conflicto armado. El Frente de Liberación del Pueblo de Tigray desoyó llamamientos internacionales.
Los rebeldes etíopes se apoderaron de Lalibela, un pueblo incluido en la lista de patrimonio mundial de la Unesco, sin disparar ni un tiro.
“Llegaron por la tarde y no hubo combates. No había fuerzas de seguridad en los alrededores. Las fuerzas del TLPF están ahora en la ciudad”, declaró un lugareño a AFP, en alusión al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray, el partido de los rebeldes.
La intimación internacional al día siguiente a la ocupación para que se desplazaran a zonas vecinas fue rechazada por las fuerzas rebeldes, según declaró su portavoz.
“Nada por el estilo ocurrirá a menos que el bloqueo se levante”, advirtió Getachew Reda en referencia al acceso humanitario a su región.
Los rebeldes «no se retirarán de Afar y Amhara», las dos regiones colindantes con Tigray, enfatizó.
La región de Tigray se convirtió en escenario de combates desde noviembre, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, desplegó allí a tropas del ejército para expulsar a los gobernantes del TPLF, la formación regional que controlaba Tigray y que estuvo en el centro de la vida política nacional hasta que Abiy se puso a las riendas del país en 2018.
Ganador del premio Nobel de la Paz en 2019, justificó haber lanzado la ofensiva en respuesta a ataques del TPLF contra bases del ejército.
Como jefe de gobierno, prometió una victoria rápida pero la guerra lleva ya cinco meses.
Además, en junio, combatientes afines al TPLF retomaron la capital de Tigray, Mekele, de la que los soldados se retiraron.
Desde ese momento, las fuerzas rebeldes avanzan hacia el este, en dirección a la región vecina de Afar, y hacia el sur, en dirección a Amhara, donde se encuentra el patrimonio mundial, Lalibela.
La movilización en varias partes de Amhara de soldados y milicianos para interceptar el avance invasor no sirvió para impedir que el pueblo cayera sin complicaciones.
Tigray, la tierra etíope del Arca de la Alianza, fue tomada por la violencia, y las organizaciones humanitarias vienen denunciando matanzas de civiles.
Existe el temor de que se produzca una limpieza étnica en esa provincia del norte de Etiopía.