El presidente ruso, Vladimir Putin, cargó el sábado contra Europa por su "rusofobia" y criticó 
a los estados bálticos en materia de derechos humanos en la inauguración de un monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial.

Desde que envió las tropas rusas a Ucrania hace casi dos años, Putin no ha dejado de hacer comparaciones con la lucha contra los nazis para arengar a su nación.

"El régimen de Kiev exalta a los cómplices de Hitler, los hombres de las SS (...) En varios países europeos, la rusofobia se promueve como política de Estado", dijo Putin en la región de Leningrado con motivo del 80 aniversario del fin del asedio nazi.

Los objetivos de los alemanes entonces eran robar los recursos de la Unión Soviética y eliminar a su pueblo, dijo.

Ucrania, que formó parte de la Unión Soviética y sufrió en carne propia la devastación a manos de las fuerzas de Hitler, rechaza las comparaciones como pretextos espurios para una guerra de conquista.

En su discurso, Putin también arremetió contra los estados bálticos en materia de derechos humanos. Estonia, Letonia y Lituania -gobernados desde Moscú durante la Guerra Fría, pero 
ahora miembros de la Unión Europea y de la alianza militar OTAN- han sido de los países que más han criticado la invasión rusa de Ucrania.

"En los estados bálticos, decenas de miles de personas son declaradas infrahumanas, privadas de sus derechos más básicos y sometidas a persecución", dijo Putin, refiriéndose a las medidas de represión de la migración. Moscú ha acusado reiteradamente a los países bálticos de xenofobia y de tratar a las minorías rusas como "de segunda clase".