Provocar a Rusia y neutralizar a Europa, las claves de EEUU para consolidar zonas de influencia
Un experto consideró que el conflicto en Ucrania "se estaba preparando desde hace mucho tiempo" no solo por Rusia, sino también por los Estados Unidos.
El experto portugués Boaventura de Sousa Santos opinó que provocar a Moscú y neutralizar a Europa son los "dos ejes" de la estrategia de los Estados Unidos en el Viejo Continente en el Viejo Continente en un intento por consolidar sus esferas de influencia, lo que en parte desembocó en el conflicto actual entre Rusia y Ucrania.
Los Estados Unidos "buscan a toda costa consolidar zonas de influencia, que garantiza facilidades comerciales para sus empresas y el acceso a materias primas", sostuvo el sociólogo en un artículo reciente publicado en el diario portugués Público. El conflicto en Ucrania "se estaba preparando desde hace mucho tiempo" no solo por Rusia, sino también por los Estados Unidos, abundó De Sousa Santos en el artículo titulado "Para una autocrítica de Europa".
El académico citó un informe elaborado, a petición del Pentágono, por la organización de investigación RAND Corporation en 2019, que analizaba "una serie de medidas no violentas capaces de explotar las vulnerabilidades y ansiedades reales de Rusia como un medio para presionar" a su Ejército y su economía "y el estatus político del régimen en el país y en el extranjero".
Dichas medidas podrían obligar a Rusia a "competir en campos o regiones donde los Estados Unidos llevan ventaja competitiva, llevando a Rusia a expandirse militar o económicamente, o haciendo que el régimen pierda prestigio en el orden nacional y/o internacional".
En lo que respecta a Europa, según afirmó el sociólogo, "el principio es consolidar el estatuto de un socio más pequeño que no se aventura a perturbar la política de las zonas de influencia". "Europa debe ser un socio viable, pero no puede esperar reciprocidad", añade. Para resolver la crisis de Ucrania, Rusia, Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea deben dialogar, y una Ucrania independiente no debe unirse a la Alianza Atlántica.
Después de sus intervenciones en Serbia en 1999, Afganistán (2001), Irak (2004) y Libia (2011), "¿es posible seguir considerando a la OTAN como una organización defensiva?", se preguntó el experto portugués al término del artículo.