La Alianza Democrática de Portugal, de centro-derecha, iba rumbo a terminar en primer lugar en las elecciones parlamentarias del domingo, según el primer recuento, pero lejos de una mayoría absoluta, lo que sugiere que se avecinan duras negociaciones con la extrema derecha, que obtuvo enormes ganancias.

El partido populista de extrema derecha Chega quedó tercero con más del 19% de los votos, casi triplicando su resultado en las últimas elecciones de principios de 2022, cuando obtuvo el 7,2%.

La Alianza Democrática (AD) obtuvo alrededor del 31,5% de los votos con más del 70% de las papeletas escrutadas, mientras que el actual Partido Socialista (PS) había obtenido algo menos del 29%.

Los resultados provisionales coinciden con los sondeos a pie de urna publicados tras el cierre de los colegios electorales a las 20.00 hora local (2000 GMT).

"Es el fin del bipartidismo", declaró a la prensa el líder de Chega, André Ventura, refiriéndose al PS y al Partido Socialdemócrata (PSD), que lidera la recién creada AD. Ambos alternaron en el poder desde el final de una dictadura fascista hace cinco décadas.

La votación del domingo muestra claramente que los portugueses quieren un gobierno de coalición entre la AD y Chega, dijo Ventura.

Sin embargo, la AD descartó hasta ahora cualquier acuerdo con Chega, lo que podría dar lugar a un gobierno inestable.

La participación superó el 63% en el primer recuento, una cifra muy superior al 51,5% registrado en las elecciones de 2022.

Los comicios del domingo fueron provocados por la dimisión del  primer ministro socialista Antonio Costa en medio de una investigación por corrupción hace cuatro meses.

Entre los temas que dominan la campaña en el país más pobre de Europa occidental figuran la crisis de la vivienda, los bajos salarios, el deterioro de la sanidad y la corrupción, que muchos 
consideran endémica en los partidos mayoritarios.

(Reporte de David Latona, Catarina Demony y Sergio Goncalves; Editado en Español por Ricardo Figueroa, Reuters)