El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, firmó un decreto para destituir al Gobierno tras la renuncia el mes pasado del primer ministro, António Costa, por una posible investigación judicial en su contra.

  La disolución permite al Gobierno llevar a cabo sólo tareas 
administrativas esenciales hasta que un nuevo Ejecutivo asuma el cargo.

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  El Presidente pospuso la destitución formal hasta la aprobación 
del presupuesto estatal de 2024 del Parlamento, para garantizar la estabilidad durante el período de transición.

  Su decisión de disolver el Parlamento, el 15 de enero de 2024, está en consonancia con las directrices constitucionales, preparando el terreno para las elecciones legislativas anticipadas, programadas para el 10 de marzo del próximo año.