"Por nuestros hijos", es la traducción de las palabras del alfabeto cirílico que llevaba escrito uno de los misiles del ataque a la estación de tren de Kramatorsk, según recogen las imágenes de fotógrafos en el lugar del bombardeo y de las televisión Ucrania 24.

Se desconoce si el Ejército ruso, que niega el ataque, lo escribió, pero la frase aparece en el marco de uno de los más sangrientos atentados en las seis semanas de guerra en Ucrania y en un momento de indignación internacional frente a las atrocidades que comienzan a descubrirse en Ucrania.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó a Rusia de llevar a cabo una "atrocidad horrible" en relación al ataque con misiles en una estación de tren en Kramatorsk, en el este de Ucrania, que mató al menos a 50 civiles que intentaban evacuar y ponerse a salvo e hirió a 300.

LEER MÁS: Ya son 50 los muertos por el impacto de un misil en una estación ferroviaria de Ucrania

En ese contexto, Biden también agradeció al gobierno de Eslovaquia por transferir un sistema de defensa antimisiles a Ucrania, cumpliendo una de las principales solicitudes de Zelenski para ayudar al país a defenderse de Rusia.

Dijo que Estados Unidos reubicará un sistema de misiles Patriot en Eslovaquia y advirtió contra la complacencia en el esfuerzo internacional para hacer retroceder la invasión de Rusia a Ucrania.

También Gran Bretaña está enviando más misiles antiaéreos y antitanques a Ucrania, dice Boris Johnson, mientras condena el ataque a la estación de tren.

El mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, lo calificó de acto de "maldad sin límites" de parte de Rusia. y las autoridades de su país informaron que miles de personas estaban en la estación en ese momento mientras huían de los ataques rusos, pero un portavoz del Kremlin negó la participación y dijo que sus fuerzas no tenían misiones programadas en el área.

Es más, el Ministerio de Defensa en Moscú culpó a las fuerzas armadas de Ucrania por el ataque, aduciendo que trataban de evitar que los civiles se fueran para que pudieran usarlos como escudos humanos.

También sostuvo, sin proporcionar ninguna evidencia, que los cohetes habían sido disparados desde la cercana ciudad de Dobropillia, controlada por Ucrania.

Subrayó que los misiles tácticos Tochka-U, "cuyos fragmentos fueron encontrados cerca de la estación de tren de Kramatorsk y publicados por testigos presenciales, son utilizados únicamente por las fuerzas armadas ucranianas".

Imágenes y videos en las redes sociales que parecen mostrar al ejército ruso usando el Tochka-U contradicen esa imputación.

Los cohetes Tochka-U son extremadamente imprecisos y, según los expertos en armas de Amnistía Internacional, fallan regularmente sus objetivos por medio kilómetro o más.

El argumento utilizado por Moscú en el intento por deslindar responsabilidades de lo sucedido en la estación de Kramatorsk es que sus fuerzas están intensificando la ofensiva en la región de Donbas, en el este de Ucrania, después de retirarse del norte.

Las ciudades allí han sido objeto de fuertes ataques rusos, lo que provocó un éxodo de civiles en busca de seguridad más al oeste.