Miles de personas, entre ellas el primer ministro húngaro, Viktor Orban, rindieron homenaje al papa emérito Benedicto XVI el martes, en el segundo día en que su cuerpo es velado en la Basílica de San Pedro.

Orban, el primer jefe de Gobierno en presentar sus respetos tras la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, permaneció junto a su esposa ante el cuerpo de Benedicto durante unos instantes en oración. El Vaticano informó que unas 25.000 personas más visitaron el cuerpo hasta el mediodía del martes, además de las 65.000 del lunes.

Loredana Corrao, residente en Roma, dijo ser una gran admiradora del papa emérito, que fue una figura destacada como académico y un héroe para los conservadores, pero también un líder controvertido que no toleraba la disidencia teológica.

"Ha sido un homenaje digno. Fue muy emotivo y conmovedor. Yo también vine ayer, pero tenía cosas que decirle y también he venido hoy", dijo. "Estoy segura de que una parte importante de la historia de la Iglesia se ha cerrado y ahora tenemos que seguir adelante sin él", agregó.

La muerte el sábado de Benedicto, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en 600 años en renunciar en lugar de reinar de por vida, podría hacer cualquier decisión de renunciar más fácil para Francisco y la Iglesia, que a veces ha luchado con tener "dos papas". Francisco presidirá el funeral de Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro el jueves ante una multitud que, según la policía vaticana, se contará por decenas de miles.

(Reporte de Philip Pullella; Editado en español por Javier López de Lérida, Reuters)