Miles de haitianos huyen de la anarquía provocada por las bandas
La capital, Puerto Príncipe, ya está bajo el control de las pandillas que aterrorizan a la población.
Sin señales aún del prometido consejo de transición, que permitiría el despliegue de
tropas internacionales y buscaría el restablecimiento del orden, los haitianos que tienen la posibilidad intentan huir del país.
Las violentas bandas ya tomaron el control de gran parte de la capital, Puerto Príncipe, mataron a miles de personas y obligaron a millones a pasar hambre.
El aeropuerto y los puertos marítimos de Puerto Príncipe llevan un mes cerrados debido a la actividad de las pandillas, aunque el aeropuerto de la ciudad septentrional de Cabo Haitiano reanudó los vuelos a Miami la semana pasada, lo que motivó que muchos de los que tienen la capacidad intenten marcharse.
Por su parte, los países vecinos reforzaron las medidas de seguridad fronteriza, entre ellos la República Dominicana, el único país que comparte frontera terrestre con Haití y que prohibió los campos de refugiados en su territorio y deportó a decenas de miles de personas.
Haití no tiene representantes electos y cayó en un estado de anarquía a medida que las bandas ampliaron su control casi total de la capital.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, anunció su dimisión el 11 de marzo, cuando el recrudecimiento de la violencia impidió su regreso del extranjero, a la espera de la instalación de un consejo de transición mediado por líderes regionales para instalar a su sustituto.
Henry había solicitado en 2022 una fuerza internacional para ayudar a la policía a restablecer el orden, pero el proceso se mantiene pausado hasta que se constituya el consejo.
Pese a promesas internacionales de cientos de millones de dólares, se entregaron pocos fondos al fondo fiduciario de la ONU dedicado a la misión de seguridad. Mientras tanto, las bandas se benefician de la extorsión, el pago de rescates y el supuesto respaldo de élites corruptas que les permitió reunir grandes arsenales.