La ONU informó que los golpistas de Myanmar provocaron 54 muertes y practicaron 1.700 "detenciones arbitrarias" desde que irrumpieron en el poder e insistió con su llamado al Ejército para que detenga “su despiadada represión contra los manifestantes pacíficos”. Mientras tanto, un día después de una jornada que terminó con 38 muertos, las marchas se mantienen en varias ciudades del país, apuntaron medios internacionales. La líder Aung San Suu Kyi continúa bajo arresto.

Este jueves 4 de marzo, se repitieron las movilizaciones en varias ciudades del país, esta vez, marcadas por el luto del que es, hasta ahora, el día con más muertos desde el levantamiento. Al menos 38 personas perdieron la vida tras la intervención de los uniformados el miércoles último. La ONU confirmó que se usaron balas reales para dispersar a las multitudes.

La cifra la entregó la enviada especial de las Naciones Unidas y concuerda con otros reportes, en un territorio en donde el acceso a Internet y las redes sociales se ha visto obstruido en las últimas semanas.

Este jueves, la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dio a conocer que desde el 1 de febrero, cuando tuvo lugar el golpe, ha habido al menos 54 muertos y se han realizado más de 1.700 detenciones arbitrarias, 29 de ellas de periodistas. Y ha sido la ex presidenta de Chile quien les pidió a las autoridades que detengan “su despiadada represión contra los manifestantes pacíficos”

Ciudades como Rangún, la capital económica, o Mandalay, la segunda urbe más grande, volvieron a ser epicentro de este movimiento de rechazo contra el Ejército.  Aunque no ha habido un pronunciamiento desde las autoridades sobre la represión del día anterior, este jueves se pudo apreciar el sobrevuelo de una formación de aviones de combate sobre Mandalay, como si se tratara de un mensaje para los que protestan.

Kyal Sin, una estudiante universitaria de 19 años, figura entre las víctimas mortales de la víspera, informa el sitio France24.com Cientos de personas acompañaron su féretro mientras recorrían las calles de Mandalay, a la vez que algunas de ellas realizaban el saludo de tres dedos, un gesto de rechazo hacia el golpe.

Una foto de Kyal se ha hecho viral en redes sociales. Se trata de una imagen de la joven en las marchas del miércoles con una camiseta en la que se lee que “todo estará bien”.

Son ellos, los jóvenes, quienes están liderando esta ola de indignación contra los militares, exponiéndose ante la intervención de las fuerzas de seguridad. De acuerdo con Save the Children, cuatro menores murieron el miércoles, incluyendo un adolescente de 14 años. Además, algunas organizaciones en defensa de los derechos humanos denuncian que tanto la Policía como el Ejército están usando la red social Tik Tok para difundir amenazas contra los manifestantes.

En un contexto internacional en el que la crisis de Myanmar evidencia las divisiones entre las potencias del Este y el mundo occidental, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reiteró el miércoles su condena frente al actuar de las autoridades.

“Francia hace un llamado para un final inmediato de la represión en Myanmar”, expresó el mandatario a través de Twitter. Para este viernes está previsto una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero el poder de veto de Rusia y China, dos naciones con intereses económicos en Myanmar, hace prever que no habrá ninguna decisión coordinada.