La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, despidió este viernes al ministro de Finanzas con la idea de darle una nueva cara al país tras la agitación política y del mercado en los últimos tiempos.

De esta manera Kwasi Kwarteng, quien estaba llevando a cabo reuniones del FMI en Washington, debió regresar de urgencia a Londres y allí se le comunicó la decisión de Truss acerca de su futuro.

"Me ha pedido que me haga a un lado como su canciller. He aceptado", escribió Kwarteng en su carta de renuncia a Truss, que publicó en Twitter. Minutos más tarde la primera ministra le respondió: “Como amiga y colega de larga data, lamento profundamente perderte del gobierno. Compartimos la misma visión y ha sido Canciller en tiempos extraordinariamente desafiantes frente a severos vientos en contra a nivel mundial".

Truss, quien ejerce el cargo de primera ministra desde hace 37 días, tras su decisión ofreció una conferencia de prensa durante la cual indicó que ahora permitiría que un impuesto comercial clave aumentara a partir del próximo año, recaudando así 18 mil millones de libras: "Necesitamos actuar ahora para tranquilizar a los mercados sobre nuestra disciplina fiscal", sostuvo.

Lee: Rusia, bajo presión en el sur de Ucrania, captura aldeas en el este

Jeremy Hunt es el reemplazante

Tras el despido del ministro de finanzas, Liz nombró a Jeremy Hunt, ex secretario de Relaciones Exteriores y Salud, para reemplazar a Kwarteng. De esta manera Kwasi es el canciller con menos años en el cargo del país desde 1970, y su sucesor será el cuarto ministro de finanzas.

Luego de la conferencia de prensa que celebró este viernes, la libra se deslizó frente al dólar cotizando un 1,2% más bajo en el día a $ 1,1198 y los bonos del gobierno británico a dos años, o los gilts, se volvieron negativos.

Truss ganó el liderazgo del Partido Conservador el mes pasado al prometer grandes recortes de impuestos y desregulación para tratar de sacar a la economía de años de crecimiento estancado, y la política fiscal que Kwarteng anunció el 23 de septiembre tenía como objetivo cumplir esa visión.

Liz Truss despidió al ministro de Finanzas para "darle una nueva cara a Reino Unido"
Liz Truss y Kwasi Kwarteng

La feroz respuesta de los mercados

Pero la respuesta de los mercados fue tan feroz que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para evitar que los fondos de pensiones quedaran atrapados en el caos, ya que los costos de los préstamos y las hipotecas aumentaron.

El dúo de Truss y Kwarteng había estado bajo una creciente presión para revertir el rumbo después de que las encuestas mostraran que el apoyo al Partido Conservador se había derrumbado, lo que llevó a muchos colegas a buscar formas de obligarlos a dejar el cargo.

“Si no puede aprobar su presupuesto en el parlamento, no puede gobernar. Esto no se trata de cambios de sentido, se trata de una gobernanza adecuada", dijo en Twitter Chris Bryant, un importante legislador del opositor Partido Laborista. 

Con la asunción de Liz, el Partido Conservador comenzó a vivir una ruptura y un desvanecimiento claro y que empezó a preocupar a todos los sectores. Un legislador dijo que la política económica de Truss había causado tanto daño que los inversores podrían exigir recortes aún más profundos para recuperar la confianza.

Según una fuente cercana al primer ministro, Truss está en "modo de escucha" y consultando a los legisladores para evaluar qué partes del programa apoyarían en el parlamento.

Fuente Reuters