La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que a región probablemente siga teniendo brotes de Covid-19 "hasta bien entrado 2022".

"El curso de la pandemia de Covid-19 en las Américas sigue siendo muy incierto", indicó un informe de la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado en la 59 reunión de su Consejo Directivo, que se realiza en formato virtual hasta el viernes.

La OPS consideró "inquietante" el aumento de casos de coronavirus en América del Sur y Central en la primera mitad de 2021, sonó la alarma sobre las desigualdades de acceso a la vacuna anticovid en Latinoamérica y el Caribe, y dijo que la vacilación de la población a aplicársela puede "ralentizar aún más" la inmunización, o impedir que se logre por completo.

Por otra parte, señaló que los países siguen reportando "interrupciones persistentes de diversos grados" en la prestación de servicios de salud esenciales.

En este contexto, "un escenario posible es que, hasta bien entrado el 2022, los países de las Américas aún enfrentarán brotes localizados de coronavirus, principalmente en instituciones (por ejemplo, hogares de ancianos, prisiones), áreas alrededor de las ciudades densamente pobladas y entornos rurales", apuntó.

"Estamos en la lucha de nuestras vidas contra el virus del SARS-CoV-2. Tenemos que asegurarnos de ganar", dijo a los delegados la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Al presentar el informe, el director de Emergencias en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, subrayó que se deben mantener las medidas de salud pública que prueban ser eficaces para frenar la propagación del virus, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos, incluso cuando la cobertura de vacunación sea alta.

"La región puede experimentar oleadas epidémicas recurrentes de brotes. Y los períodos de transmisión de bajo nivel requieren liderazgo nacional y el compromiso de todo el gobierno y toda la sociedad para mantener una respuesta consistente y sólida", dijo.

Además, instó a una planificación constante de los servicios de salud para que "puedan responder durante los rebrotes de Covid-19" en el mediano y largo plazo.