La andanada de ataques con misiles de Moscú en ciudades de toda Ucrania obtuvo la aprobación de funcionarios rusos y expertos pro-Kremlin, precisamente de aquellos que en las últimas semanas habían criticado activamente al ejército ruso por una serie de bochornosos reveses en el campo de batalla, evaluaron analistas de la guerrra.

Los comentaristas nacionalistas rusos y los corresponsales de guerra de los medios estatales elogiaron el ataque del lunes como una respuesta apropiada y largamente esperada a una exitosa contraofensiva ucraniana y un ataque de fin de semana en el puente entre Rusia y Crimea, la preciada península del Mar Negro que Rusia anexó en 2014.

Muchos de ellos argumentaron que Moscú debería mantener la intensidad de los ataques del lunes para ganar la guerra ahora, según un profundo análisis de la guerra que difundió la agencia Associated Press.

“La iniciativa de Putin se está debilitando y se está volviendo más dependiente de las circunstancias y de aquellos que están forjando la 'victoria' (en Ucrania) para él. El miedo a la derrota es tan fuerte, especialmente para aquellos que ahora están inmersos de lleno en esta aventura militar”, escribió Tatyana Stanovaya, fundadora del grupo de expertos independiente R.Politik, en un comentario en línea.

Durante semanas, los partidarios de Putin reclamaron medidas drásticas en el campo de batalla de Ucrania y esas exhortaciones se intensificaron cuando el último sábado una explosión en el puente Kerch que une Crimea con Rusia, afectó la circulación de vehículos y trenes.

"¿Y?", escribió Margarita Simonyan, jefa de la televisión RT financiada por el estado de Rusia, en las redes sociales sobre la respuesta de Moscú al ataque al puente del sábado.

“Este es uno de esos casos en los que el país necesita demostrar que podemos devolver el golpe”, escribió Alexander Kots, corresponsal de guerra del popular periódico sensacionalista pro-Kremlin Komsomolskaya Pravda.

El principal legislador ruso Sergei Mironov, director del partido Una Rusia Justa, respaldado por el estado, "tuiteó" el sábado que Moscú debería ignorar la opinión occidental al formular su respuesta al conspicuo ataque, según la AP.

 “¡Es hora de pelear! Ferozmente, incluso cruelmente. Sin mirar atrás a las censuras de Occidente. No habrá sanciones mayores. No dirán peores palabras. Tenemos que hacer lo nuestro. Lo empezamos, deberíamos ir hasta el final. No hay vuelta atrás. ¡Es hora de responder!”, expresó.

Finalmente, este lunes por la mañana, Rusia lanzó simultáneamente decenas de misiles contra ciudades ucranianas, matando e hiriendo a decenas e infligiendo daños sin precedentes en la infraestructura crítica de Ucrania, algo que se repitió este martes: quince ciudades ucranianas fueron afectadas.

Cayeron líneas eléctricas, quedaron dañadas estaciones ferroviarias y carreteras, en tanto que el agua potable faltó en diversos distritos.

Por primera vez en meses, misiles rusos explotaron en el corazón de Kiev, la capital de Ucrania, en una peligrosa proximidad a edificios gubernamentales, siguió el relato del medio norteamericano. 

Putin proclamó que los ataques fueron en represalia por lo que calificó de acciones "terroristas" de Kyiv contra el puente de Kerch, y prometió una respuesta "dura" y "proporcionada" en caso de que Ucrania lleve a cabo más ataques que amenacen la seguridad de Rusia: “Nadie debería tener ninguna duda al respecto”.

“Aquí viene la respuesta. El puente de Crimea fue esa línea muy roja desde el principio”, `tuiteó` Simonyan de RT el lunes después de los ataques. 

LEE: Ucrania acusa a Rusia de haber secuestrado al subdirector de la planta nuclear de Zaporiyia

Kadyrov

Ramzan Kadyrov, el hombre fuerte líder de Chechenia, una región rusa en el norte del Cáucaso, comentó que ahora estaba "100% feliz" con el curso de la "operación militar especial" del Kremlin en Ucrania. Él fue uno de los defensores más fervientes de “medidas más drásticas”, incluido el uso de armas nucleares de bajo rendimiento.

El gobernador de Crimea instalado por Moscú, Sergei Aksyonov, describió los acontecimientos del lunes como “buenas noticias”.

Los vítores de los simpatizantes del Kremlin se produjeron con demandas a Putin y al ejército ruso para que mantuvieran el ritmo y la intensidad de los ataques y los daños infligidos a la infraestructura de Ucrania.

Aksyonov dijo que “si tales acciones para destruir la infraestructura del enemigo se hubieran tomado todos los días, habríamos terminado todo en mayo y el régimen de Kiev habría sido derrotado”“Espero que ahora el ritmo de la operación no disminuya”.

El presentador principal de RT, Anton Krasovsky, publicó un video de sí mismo el lunes bailando en un balcón luciendo una gorra con una Z, el símbolo que las fuerzas rusas pintaron en los vehículos militares mientras invadían Ucrania. En otra publicación de Telegram, dijo que el daño a las líneas eléctricas de Ucrania “¡no fue suficiente!"

Otro periodista de la televisión estatal, Andrei Medvedev, calificó los ataques del lunes como “un paso lógico, que no solo la sociedad exigió durante mucho tiempo ya que la situación militar exigía un enfoque diferente de las hostilidades”.

El analista político Stanovaya escribió en Telegram que Putin había enfrentado “poderosas presiones” antes del bombardeo del lunes “para pasar a acciones agresivas, bombardeos masivos”, y eso lo llevó a actuar.

“A partir de hoy, se puede decir que Putin fue persuadido de recurrir a una línea más agresiva. Y se corresponde con su comprensión de la situación. Pero es una pendiente resbaladiza, no hay vuelta atrás”, escribió Stanovaya.