La Alianza Democrática (AD) de centroderecha de Portugal ganó las elecciones generales del domingo por un estrecho margen y se está preparando para gobernar sin una mayoría absoluta, mientras el partido de extrema derecha Chega advirtió sobre la inestabilidad si no es incluido en el Gobierno .

Con el 99,1% de los votos escrutados, el AD obtuvo 79 escaños en la legislatura de 230 escaños, seguido por los socialistas con 76 escaños, lo que llevó a estos últimos a admitir la derrota. 

Chega, que significa "suficiente", quedó en tercer lugar, cuadruplicando su representación parlamentaria a 48 legisladores después de hacer campaña sobre una gobernanza limpia y una plataforma antiinmigración.

Los votantes de Chega advirtieron antes de las elecciones que Portugal estaba en una mala situación y que querían cambios en vivienda, educación, atención sanitaria y justicia en el país más pobre de Europa occidental.

El líder de AD, Luis Montenegro, indicó a los periodistas el domingo que esperaba que el presidente Marcelo Rebelo de Sousa lo invitara formalmente a formar gobierno antes de la fecha límite del 15 de marzo.

Añadió que esperaba que el PS y Chega no formaran una alianza negativa para impedir el gobierno que el pueblo portugués quería.

El líder de Chega, André Ventura, declaró a los periodistas que la votación mostraba claramente que el país quiere un gobierno de AD con Chega.

El resultado estuvo en general en línea con las encuestas de opinión preelectorales, pero la victoria de AD fue significativamente menor y el crecimiento de Chega fue mayor de lo previsto, explicó a la agencia de noticias Reuters el politólogo André Azevedo Alves.

El partido de extrema derecha español VOX y Matteo Salvini, que lidera el partido cogobernante italiano Lega, felicitaron a Ventura.

Bajo el liderazgo socialista desde 2015, Portugal creció a tasas anuales sólidas superiores al 2%, excepto por la caída inducida por la pandemia de 2020.

Últimamente ha registrado superávits presupuestarios, utilizando el efectivo para recortar la deuda pública por debajo del 100% del PIB.