Kosovo: un tiroteo durante asedio a un monasterio terminó con cuatro muertos
Una treintena de hombres armados atacó un pueblo y e intentó atrincherarse en el claustro ortodoxo serbio.
Hombres armados en vehículos blindados irrumpieron el domingo en un pueblo de una región de Kosovo de mayoría serbia, enfrentándose a la Policía y atrincherándose en un monasterio, en un recrudecimiento de la violencia en el norte del país.
La policía de Kosovo informó que un agente y tres de los cerca de 30 atacantes murieron en tiroteos en los alrededores del pueblo de Banjska.
Monjes y peregrinos se encerraron en el templo del monasterio ortodoxo serbio mientras el asedio se prolongaba durante horas.
Los albaneses constituyen la inmensa mayoría de los 1,8 millones de habitantes de Kosovo, antigua provincia de Serbia. Pero unos 50.000 serbios constituyen la mayoría en el norte, donde enfrentamientos en mayo dejaron decenas de heridos entre los manifestantes y las fuerzas de paz de la alianza de la OTAN.
Los serbios nunca han aceptado la declaración de independencia de Kosovo en 2008 y siguen considerando a Belgrado como su capital, más de dos décadas después del levantamiento de la guerrilla albanokosovar contra el represivo gobierno serbio.
No estaba claro quién estaba detrás de los hechos de violencia del domingo, pero el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y el ministro del Interior, Xhelal Svecla, culparon a "criminales patrocinados por Serbia". "Son profesionales, con formación militar y policial", advirtió Kurti, instando a su rendición.
Las autoridades serbias no hicieron comentarios inmediatos, aunque el presidente serbio, Aleksandar Vucic, iba a hacer una declaración por la tarde.
La diócesis de Raska-Prizren de la Iglesia Ortodoxa Serbia, que incluye Banjska, dijo que hombres en un vehículo blindado irrumpieron en el recinto del monasterio, obligando a los monjes y fieles visitantes a encerrarse en el templo.
"Hombres armados enmascarados se mueven por el patio y de vez en cuando se oyen disparos", consignó en un comunicado. "La Diócesis condena enérgicamente la violencia abierta que se está aplicando en la instalación religiosa de la Iglesia Ortodoxa Serbia, instando a todas las partes a poner fin al conflicto lo antes posible".
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La policía indicó que los atacantes colocaron, primero, vehículos pesados en un puente de entrada al pueblo. Dispararon contra la policía que se les acercó antes de dirigirse al monasterio cercano.
Además de los muertos, tres policías resultaron heridos en los tiroteos, según la policía de Kosovo.
Condena internacional
La jefa de la misión de la ONU en Kosovo, Caroline Ziadeh, y el responsable de política exterior de la UE, Josep Borrell, condenaron los hechos de violencia.
"Más vidas inocentes corren peligro en las hostilidades en curso en los alrededores del monasterio de Banjska", declaró Borrell, quien añadió que las misiones de la UE y la OTAN en Kosovo estaban en contacto con las autoridades. "Estos ataques deben cesar inmediatamente".
Se podía ver a tropas de la OTAN, junto con miembros de la fuerza policial de la UE EULEX y de la policía de Kosovo, patrullando la carretera que lleva a Banjska, según un reportero de Reuters que se encontraba cerca.
Se prohibió a los periodistas entrar en el pueblo. Los medios de comunicación locales afirmaron que la policía de fronteras de Kosovo cerró dos pasos fronterizos con Serbia. Los serbios del norte de Kosovo llevan mucho tiempo exigiendo la aplicación de un acuerdo alcanzado en 2013 con la mediación de la Unión Europea para la creación de una asociación de municipios autónomos en su zona.
Las conversaciones auspiciadas por la UE para normalizar las relaciones entre Serbia y Kosovo se estancaron la semana pasada, y el bloque acusó a Kurti de no haber creado la asociación.
Pristina considera que el plan es una receta para crear un miniestado dentro de Kosovo y dividir el país según criterios étnicos.
Serbia sigue considerando formalmente que Kosovo forma parte de su territorio, pero niega las insinuaciones de que esté fomentando
conflictos dentro de las fronteras de su vecino. Belgrado acusa a Pristina de pisotear los derechos de la minoría serbia.
Los disturbios se intensificaron cuando los alcaldes de etnia albanesa tomaron posesión de sus cargos en el norte de Kosovo tras las elecciones de abril, que los serbios boicotearon.
La OTAN tiene 3.700 soldados de mantención de paz en Kosovo, el resto de una fuerza original de 50.000 efectivos desplegada en 1999. La zona del norte de Kosovo donde los serbios son mayoría es, en muchos aspectos, una extensión virtual de Serbia. La administración local y los funcionarios públicos, los profesores, los médicos y los grandes proyectos de infraestructuras son pagados por Belgrado.
(Reporte de Fatos Bytyci; Escrito por Daria Sito-Sucic, Reuters)