La República Islámica de Irán ahorcó el lunes en público a un hombre que, según los medios estatales, había sido declarado culpable de matar a dos miembros de las fuerzas de seguridad, la segunda ejecución en menos de una semana de personas involucradas en las protestas.

Los disturbios en todo el país estallaron hace tres meses después de la muerte mientras estaba detenida de la mujer iraní kurda Mahsa Amini, de 22 años, quien fue arrestada por la policía moral que hacía cumplir las leyes del código de vestimenta obligatorio de la República Islámica.

Las manifestaciones se convirtieron en una revuelta popular de iraníes furiosos de todos los estratos de la sociedad, lo que plantea uno de los peores desafíos de legitimidad para la élite clerical chiíta desde la Revolución Islámica de 1979.

"Majid Reza Rahnavard fue ahorcado en público en (la ciudad sagrada chiíta de) Mashhad esta mañana... Fue condenado a muerte por 'librar una guerra contra Dios' tras apuñalar hasta la muerte a dos miembros de las fuerzas de seguridad", según el poder judicial.

La agencia de noticias Mizan publicó imágenes de la ejecución al amanecer, mostrando a Rahnavard colgado de una grúa de construcción, con las manos y los pies atados y la cabeza cubierta con una bolsa negra.

La agencia de noticias semioficial Fars publicó que Rahnavard mató a dos miembros de la fuerza de voluntarios Basij e hirió a otros cuatro. La fuerza Basij, afiliada a la Guardia Revolucionaria de élite, estuvo al frente de la represión estatal de las protestas.

Un "acto criminal"

Al pedir más protestas en todo el país, los activistas en las redes sociales criticaron la ejecución de Rahnavard, de 23 años, como "un acto criminal" por parte de los gobernantes clericales para disuadir a la disidencia.

"Llamaron a la familia de Rahnavard a las 7 am (hora local) y les dijeron que fueran al cementerio Behesht-e Reza. 'Ejecutamos a su hijo y lo enterramos', dijeron", publicó la cuenta activista 1500Tasvir, ampliamente seguida, en Twitter.

La agencia de noticias Reuters no pudo verificar el contenido de la publicación.

El primer ahorcado

El jueves, Irán ahorcó a Mohsen Shekari, quien había sido condenado por herir a un guardia de seguridad con un cuchillo y bloquear una calle en Teherán, la primera ejecución de este tipo después de miles de arrestos por los disturbios, provocando un coro de condenas y sanciones occidentales.

Los grupos de derechos denunciaron que Shekari fue torturado y obligado a confesar. Molavi Abdolhamid, un clérigo musulmán sunita que habla abiertamente en la República Islámica gobernada por los chiítas, aseguró que la sentencia de muerte de Shekari violó la sharia (ley islámica), según su sitio web.

Los medios estatales publicaron un video de un hombre, al que identificaron como Rahnavard, apuñalando a otro hombre que cayó contra una motocicleta estacionada, y luego apuñalando a otra persona inmediatamente después y luego huyendo.

La televisión estatal mostró un video en el que Rahnavard dijo en la corte que llegó a odiar a las fuerzas Basij después de verlos golpear y matar a los manifestantes en videos publicados en las redes sociales pero los activistas contrapusieron afirmando que lo obligaron a confesar bajo tortura.

Más condenas a muerte

Amnistía Internacional advirtió que las autoridades iraníes buscan la pena de muerte para al menos 21 personas en lo que llama "juicios falsos diseñados para intimidar a quienes participan en el levantamiento popular que ha sacudido a Irán".

El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, anunció este lunes que la UE acordará un paquete de sanciones "muy duras" contra Irán para mostrar su apoyo a los manifestantes pacíficos.

Al culpar de los disturbios a enemigos extranjeros como los Estados Unidos e Israel, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, rechazó este lunes las críticas occidentales sobre los abusos de los derechos durante la represión como una intromisión en los asuntos estatales de Irán.

Teherán impuso este lunes sanciones a decenas de funcionarios y entidades de la UE y Gran Bretaña "por su apoyo e instigación" a los disturbios, informó la televisión estatal.

Los disturbios fueron observados de cerca por Israel, donde un funcionario de seguridad nacional comentó que las ejecuciones no parecían estar disuadiendo a los manifestantes y podrían "encasillar aún más al régimen".

“Debido a que solo puede responder con la fuerza, eso ha reforzado para el público el agravio por el que se protesta”, indicó el funcionario israelí a Reuters.

Las víctimas fatales

El grupo de derechos humanos HRANA calculó que hasta el domingo habían muerto 488 manifestantes, incluidos 68 menores y añadió que 62 miembros de las fuerzas de seguridad también habían muerto, mientras que 18.259 manifestantes fueron arrestados.

Si bien las Naciones Unidas contabilizaron más de 300 muertos en las protestas, un alto organismo de seguridad estatal iraní da 200 fallecidos, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad. 

Por Parisa Hafezi, de la agencia Reuters