Es necesario un "uso contundente de la fuerza" por parte de un uso policial multinacional y el uso de activos militares para restaurar la ley, el orden y desarmar a las bandas de Haití, afirmó el jefe de la ONU, António Guterres al Consejo de Seguridad, en un informe visto por la agencia de noticias Reuters.

Esa advertencia motivó una respuesta de quien está considerado como el jefe pandillero del país, el exoficial de la Policía, Jimmy Chérizier, alias 'Barbecue', quien se manifestó dispuesto a luchar.

"Si vienen a los guetos comunitarios y empiezan a disparar y a masacrar, los haitianos nos levantaremos y lucharemos contra ellos hasta la última gota de nuestra sangre. Será una lucha del pueblo haitiano para salvar nuestra dignidad y nuestro país", advirtió el temido "Barbecue", a la agencia de noticias Associated Press.

Haití solicitó el año pasado ayuda internacional para combatir las violentas bandas que invadieron en gran medida la capital, Puerto Príncipe, donde según un informe de último momento -del canal France 24- ya controlaban el 80 por ciento de su territorio.

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Guterres sugirió en octubre que los países enviaran una "fuerza de acción rápida" para apoyar a la policía local.

Al menos 3.000 ciudadanos decidieron abandonar un distrito de Puerto Príncipe ante graves crímenes como violaciones sexuales y asesinatos, completó ese informe

El mes pasado, el Consejo animó a los países a proporcionar apoyo en materia de seguridad y pidió a Guterres que informara en un plazo de 30 días sobre todas las opciones de la ONU, incluido el respaldo a una fuerza multinacional ajena a la organización o una posible operación de mantenimiento de la paz.

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El informe de Guterres se distribuyó a los 15 miembros del Consejo y en él se esbozaban dos posibles opciones de la ONU: proporcionar  apoyo logístico a una fuerza multinacional y a la policía de Haití y reforzar una misión política de Naciones Unidas que ya se encuentra en la empobrecida nación centroamericana.

"El contexto actual de Haití no es propicio para el mantenimiento de la paz", escribió Guterres, añadiendo que había que restaurar la ley y el orden, desarmar a las bandas, asegurar las instalaciones estratégicas y las carreteras y restaurar la presencia del Estado para proporcionar  servicios básicos.

El secretario, quien visitó Haití el mes pasado, acotó: "Nada que no sea el uso contundente de la fuerza, complementado con un conjunto de medidas no cinéticas, por parte de una fuerza policial multinacional especializada y capaz, apoyada por medios militares y coordinada con la policía nacional, podrá alcanzar estos objetivos".

Las fuerzas de paz de la ONU fueron desplegadas en Haití en 2004, después de que una rebelión condujera a la destitución y exilio del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide.

Las tropas de mantenimiento de la paz se marcharon en 2017 y fueron sustituidas por la policía de la ONU, que se marchó en 2019.

La desconfianza de los habitantes

Los haitianos desconfían de una presencia armada de la ONU, advirtió un informe de la agencia de noticias Reuters.

El país caribeño estuvo libre de cólera hasta 2010, cuando las fuerzas de paz de la ONU vertieron aguas residuales infectadas en un río y entonces más de 9.000 personas fallecieron a causa de la enfermedad y unas 800.000 enfermaron.

Guterres volvió a hacer llamar a que los países "actúen ya" para contribuir al uso de una fuerza multinacional no perteneciente a la ONU y para que el Consejo de Seguridad respaldara dicha medida.

Estados Unidos ya aseguró que está dispuesto a presentar un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad para respaldar el uso de la fuerza.

Intercedió Kenia y el matiz de "Barbecue" Chérizier

El Gobierno de Kenia se ofreció, a finales de julio, a encabezar una fuerza multinacional y desplegar agentes de seguridad en el país caribeño.

Por otro lado, "Barbecue" Chérizier mostró su costado flexible ya que si bien instó a los haitianos a movilizarse contra el Gobierno, señaló que le gustaría que una fuerza extranjera arrestara al primer ministro, a los políticos corruptos y policías que, supuestamente, venden municiones y armas en los barrios pobres del país.

"Si la fuerza extranjera viene a ayudar y brindar seguridad para que la vida comience de nuevo, también aplaudiremos", afirmó finalmente  el controvertido "Barbecue".