Desde ambos bandos en conflicto coincidieron en informar que el próximo gran epicentro de combates en Ucrania está en Donbás, la región que inicialmente era el objetivo de la invasión rusa.

Este combate fue anunciado por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski y por el líder pro ruso de Donetsk, pero incluso fue reconocido desde la delegación negociadora de Kiev.

Zelenski habló por última vez ante un parlamento extranjero cuando se dirigió a los representantes del pueblo de Corea del Sur, país al que también le solicitó armas, según informó el sitio Ukrinform.

Mientras tanto en el campo de batalla, Rusia destruyó los sistemas de defensa aérea en Ucrania durante el fin de semana.

"Los combates continúan en algunas zonas de nuestro territorio. Rusia está preparando otra ofensiva, con la esperanza de romper nuestra resistencia nacional. Los ocupantes han acumulado decenas de miles de soldados y una enorme cantidad de equipo militar para intentar asestar nuevos golpes", dijo Zelenski.

El dirigente de la República Popular de Donetsk (RPD), Denís Pushilin, anunció la inminente intensificación de la ofensiva para la liberación del Donbás.

"La operación se irá intensificando ahora. Cuanto más nos demoramos, más civiles sufren por ser rehenes de la situación", afirmó Pushilin al reunirse con periodistas extranjeros.

Dnipro es la ciudad que sufrió la guerra en primer plano durante el fin de semana, según notificó su gobernador, Valentyn Reznichenko, vía Telegram, quien dio por destruido el aeropuerto y la infraestructura cercana.

"Misiles de alta precisión destruyeron durante la noche la base y el cuartel general del batallón nacionalista Dnepr en Zvonetsky, que también recibió refuerzos de mercenarios extranjeros", comunicó el Ministerio de Defensa de Rusia.

La región de Lugansk también se encontró bajo fuego este domingo. El gobernador Serhiy Gaidai escribió en su cuenta de Telegram que una escuela y una torre de apartamentos fueron impactados en Sievierodonetsk pero no hubo víctimas.

El diplomático ucraniano, Mijailo Podoliak, declaró que la nación está a las puertas de un feroz enfrentamiento en las regiones separatistas del este, el nuevo objetivo trazado por Rusia en su invasión militar.

Describió que miles de civiles procuran escapar de la zona y apostó a la victoria de Ucrania en esos combates para poner condiciones en la mesa de negociaciones.

La fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, notificó que encontraron 1.222 cadáveres que estaban en las localidades de la región ocupadas por las fuerzas rusas durante semanas, sin precisar si se trata exclusivamente de civiles.

Mientras tanto, la población activó de manera urgente el plan para salir de Kramatorsk, después del ataque que sufrió la estación ferroviaria el viernes.