El gobierno mexicano dispuso el despliegue de unos 8.000 militares para proteger a los turistas que visitan el país durante la Semana Santa, en medio de una ola de inseguridad que abarca a los principales balnearios.

Es que la actividad turística representa uno de los principales sostenes de la economía de México, especialmente luego del paréntesis y las pérdidas aparejadas con la pandemia de coronavirus.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ratificó que "el periodo vacacional lo estará cubriendo en las áreas turísticas el denominado 'ad hoc' Batallón de Seguridad Turística para garantizar a la población que disfrute del ocio".

Esa declaración del mandatario se dio después de una serie de mensajes del gobierno de Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado había aconsejado a sus compatriotas que tomen las "mayores precauciones", especialmente por la noche noche, mientras permanecen en la costa caribeña de México.

Casi 5.000 soldados fueron destinados a diversos puntos de la costa, como Cancún, Puerto Vallarta, Tulum, Mazatlán, Veracruz y Acapulco, mientras que otros 3.000 controlan las carreteras, y varios centenares colaboran con la policía local en las terminales aéreas, de cruceros y de autobuses.

LEÉ: Promulgaron en Chile una batería de leyes duras para enfrentar a la delincuencia

En Acapulco, que en los últimos tiempos intentó recobrar su antiguo esplendor, hubo ocho muertos durante estos días, como consecuencia de la guerra originada entre diferentes bandas de narcotraficantes.

Esa ciudad es considerada la quinta más violenta del mundo, como consecuencia de la violencia narco, casi al mismo nivel que otros puntos peligrosos, como las fronterizas Tijuana y Ciudad Juárez.

Esta Semana Santa coincide con el 'spring break', unas vacaciones de primavera que se celebran en países del hemisferio norte como Canadá, China, Taiwán, Japón y Estados Unidos. Todo ello se traduce en un aluvión de jóvenes y también en un atractivo para la delincuencia.

Se estima que hasta el próximo lunes México recibirá once millones de turistas, mientras que la ocupación hotelera se calcula en un 85 por ciento en toda la zona costera, especialmente en Acapulco y Veracruz.