Las fuertes tormentas que afectaron el sureste de los Estados Unidos y el Golfo de México dejaron como saldo al menos diez muertos mientras que unas 200.000 personas se quedaron sin electricidad.

Según informaron las autoridades locales, los decesos se produjeron en los estados de Texas, Alabama y Luisiana mientras que los vientos huracanados, el granizo y la nieve se extendieron hacia el norte del país, por lo cual tuvieron que cancelar unos mil vuelos en el aeropuerto de Chicago.

Dos de las personas fallecidas eran de Luisiana y se trata de una pareja de adultos mayores que fue hallada sin vida luego de que su casa fue arrastrada 200 metros de sus cimientos por la fuerza del viento mientras que un hombre perdió la vida cuando un árbol derribado por el viento cayó sobre su casa en la localidad de Oil City.