La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP, por su sigla en inglés) comenzó a reforzar la vigilancia en los Cayos de Florida, al sur del país, debido al incremento en la llegada de migrantes, procedentes en su mayoría de Cuba y Haití.

Las autoridades tomaron esta decisión ya que en los últimos días hubo una gran cantidad de desembarcos en esa región, la más cercana a La Habana, y otras islas.

Ante esta situación, hay una mayor presencia de fuerzas del orden y socorristas en el área, con el fin de evitar que los migrantes ingresen ilegalmente a Estados Unidos. 

Los ciudadanos cubanos cruzan el océano en endebles embarcaciones, que generalmente son interceptadas por la Guardia Costera antes de llegar a territorio estadounidense, y en ese caso son deportados a su país.

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Unos pocos, en tanto, logran tocar tierra en Estados Unidos y por lo tanto, puede solicitar asilo, mientras que otros no logran ese objetivo y perecen en el mar, generalmente como consecuencia de un naufragio.

Desde el 1 de octubre de 2022, inicio del año fiscal, hasta los primeros días de enero, la Guardia Costera norteamericana interceptó a más de 5.000 migrantes en la zona de los Cayos, unos 250 kilómetros al sur de Miami.

Recientemente, la Embajada de Estados Unidos en La Habana había alertado que iba a reforzar la vigilancia en el Estrecho de Florida, con vistas a afrontar el aumento de la migración marítima irregular, y también admitió que la crisis migratoria se convirtió en una preocupación para la Seguridad Nacional.