Samuel Muñiz, de 24 años, fue asesinado a golpes por un grupo de hombres que, mientras lo agredían, le gritaban "maricón de mierda", en un hecho  ocurrido en la comunidad española de Galicia.

Muñiz, quien trabajaba como auxiliar de enfermería en una residencia para mayores de La Coruña, sólo había intentado aclarar un malentendido a las 3:00 de la madrugada del sábado, cuando su amiga Lina, en realidad, había salido con él de la disco en la que estaban para hacer una videollamada con Vanesa, otra amiga, mientras los violentos creyeron que los estaban filmando a ellos con el teléfono celular.

"Pará de grabarme si no quieres que te mate, maricón", relató Lina Suárez, en referencia a las amenazas de uno de los agresores, mientras esa persona como otras más lo golpeaban a patadas y trompadas que le provocaron la muerte, en el paseo marítimo de La Coruña.

Conmoción en España por el brutal crimen a golpes de un joven por ser gay

"Te vamos a matar, maricón de mierda", reiteró Lina al explicar lo que le dijeron a su amigo antes de agredirlo.

La feroz paliza provocó que el joven de 24 años muriera antes de llegar al hospital.

A pesar de que el Ministerio del Interior y la Policía Española aún no confirman que el asesinato de Samuel haya sido por homofobia, las organizaciones LGTBI que agrupan a hombres y mujeres que militan por la diversidad sexual coparon las plazas de las principales ciudades españolas para reclamar por el asesinato de Muñiz.

En La Coruña, unas diez mil personas llenaron este lunes la plaza María Pita, símbolo de la ciudad, para repudiar la muerte del chico que vivía en Culleredo y era de familia brasileña.

En Madrid, en Barcelona y en Bilbao también la gente salió a la calle para pedir justicia por Samuel.

"Nos están matando"

"Venimos a denunciar que nos están matando", decía uno de los cientos de manifestantes que se reunieron en la Puerta del Sol de Madrid donde los manifestantes gritaban por megáfono: "No nos vamos, lo han asesinado".

Según la Delegación del gobierno, la protesta convocó a unas 3.000 personas, pero para las agrupaciones LGTBI eran muchas más.

Hasta este lunes por la noche en España no había detenidos por el crimen.

La Policía gallega interrogó a una docena de jóvenes, pero se presume que fueron siete los que desencadenaron la golpiza y, de hecho, habrían sido grabados por las cámaras de seguridad de los alrededores.

"Se está estudiando si se trata de un delito de odio", afirmó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien agregó: "La Policía Nacional trabaja de forma exhaustiva para, en la mayor brevedad posible, esclarecer los hechos y cuál es la naturaleza de los mismos".

"Por el momento no se descarta ninguna de las vías", remarcó el delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones.

"Ni se descarta ni se confirma. Hay varias líneas de investigación. La Policía está haciendo su trabajo de manera meticulosa. En los próximos días, en cuanto se produzcan las detenciones, sabremos qué es lo que sucedió y por qué sucedió", agregó la subdelegada del Gobierno en La Coruña, María Rivas.

El papá del joven asesinado, Maxsoud Luiz, atinó a decir: "A las familias de los que mataron a mi hijo les preguntaría cómo se sentirían ellos si estuvieran en mi lugar".

Y pidió que la Policía detenga a los agresores que huyeron antes de que llegara la ambulancia que trasladó a Samuel hasta el hospital donde murió.

"Yo sé lo que viví y fue algo homófobo", afirmó Lina que, luego de la primera agresión a Samuel, se había alejado a buscar el teléfono celular de su amigo: "Me dijo: ´Agárrame el móvil que se me debió caer en el suelo´".

La chica reveló que cuando volvió a acercarse a su amigo, una "manada" lo estaba ya golpeando.

"¿Maricón de qué?", llegó a escuchar Vanesa que respondió Samuel desde el otro lado de la videollamada.

Sandra, una amiga del chico asesinado a golpes que es técnica en enfermería, fue la primera en llegar al hospital.

"Lo vi en la peor condición que podía haberlo visto", confesó la chica, quien fue la encargada de dar la mala noticia a la familia de Samuel: "Fui yo la que informé a sus padres".