El secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, remarcó que "la guerra en Ucrania no va a ninguna parte y se está volviendo más  destructiva e impredecible a cada momento", al tiempo que aseguró que ese conflicto bélico "es imposible ganar y la única salida es negociar la paz".

"La guerra en Ucrania no va a ninguna parte, pero va rápido. Se está intensificando, volviéndose más destructiva e impredecible a cada momento", indicó Guterres al cumplirse un mes de la incursión militar rusa en territorio ucraniano.

El titular de las Naciones Unidas recordó en declaraciones a la prensa que la invasión viola la Carta de la ONU y que causó un sufrimiento y destrucción atroces en ciudades y poblados, donde los civiles viven aterrorizados por los bombardeos a "hospitales, escuelas, edificios residenciales y refugios".

"Continuar la guerra en Ucrania es moralmente inaceptable, políticamente indefendible y militarmente absurdo. Es hora de detener la lucha y darle una oportunidad a la paz. Es hora de poner fin a esta espantosa y absurda guerra", señaló.

Asimismo, amplió: "Desde hace más de dos semanas, Mariúpol está rodeada por el ejército ruso, que la bombardea y ataca sin descanso. ¿Para qué?

Aunque Mariúpol caiga, Ucrania no puede ser conquistada ciudad por ciudad, calle por calle, casa por casa. El único resultado de todo esto es más sufrimiento, más destrucción y más horror hasta donde alcanza la vista".

Guterres informó que diez millones de personas abandonaron sus casas al huir de la violencia y buscando seguridad, según reportó la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Asimismo, reiteró el alcance global del conflicto y destacó el impacto que ya está teniendo en todo el mundo.

"El pueblo ucraniano está soportando un infierno viviente, y las repercusiones se están sintiendo en todo el mundo con un aumento vertiginoso de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes que amenaza con convertirse en una crisis mundial de hambre", precisó.

Además, atribuyó a la carga de la pandemia de Covid-19 y la falta de financiamiento para soportarla que ya antes de la guerra afectaba a los países en desarrollo y agregó que ahora también ellos están pagando el algo precio de la conflagración.

Más allá del escenario que se genera en Ucrania, Guterres atisbó una luz de esperanza y aseguró que a partir de su contacto con varios actores, se vislumbran elementos de avance diplomático en varios puntos clave.

"Hay suficiente sobre la mesa para cesar las hostilidades y negociar seriamente ahora. Esta guerra es imposible de ganar. Tarde o temprano, tendrá que pasar del campo de batalla a la mesa de paz. Esto es inevitable", afirmó.

Guterres insistió en que esta guerra no tendrá ganadores, sólo perdedores y cuestionó cuántos ucranianos y rusos más deberán morir y cuántas personas más tendrán que pasar hambre antes de que paren los enfrentamientos.