Los sacerdotes deberían mantener sus homilías breves y hablar durante un máximo de ocho minutos para evitar que los miembros de la congregación se queden dormidos, apuntó este miércoles el Papa Francisco.

La homilía, o mensaje pronunciado por un celebrante durante un servicio religioso, "debe ser breve: una imagen, un pensamiento, un sentimiento", afirmó el Papa durante su audiencia semanal.  No debe durar más de ocho minutos "porque después de ese tiempo 
se pierde la atención, la gente se queda dormida, y tienen razón", afirmó el pontífice de 87 años. "A veces los sacerdotes hablan mucho y no se entiende de qué 
están hablando", aseguró el Sumo Pontífica, según la agencia de noticias Reuters.

Una homilía en un servicio católico romano generalmente sigue a una lectura de la Biblia y se utiliza para reforzar la enseñanza. Francisco habló en el pasado de la necesidad de que los sacerdotes no divaguen en sus homilías.