Las inundaciones y deslizamientos de tierra en Kenia mataron a 181 personas desde marzo, y cientos de miles se vieron obligadas a abandonar sus hogares, informaron este miércoles el Gobierno y la Cruz Roja, mientras que decenas más murieron en los vecinos Tanzania y Burundi.

Las lluvias torrenciales y las inundaciones destruyeron viviendas, carreteras, puentes y otras infraestructuras en toda la región.

El número de muertos en Kenia supera el de las inundaciones provocadas por el fenómeno climático de El Niño a finales del año pasado. 

En Kitengela, a 33 kilómetros de Nairobi, los trabajadores de la Cruz Roja de Kenia estaban ayudando a rescatar a los residentes cuyas casas quedaron abandonadas por las inundaciones.

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También intentaban rescatar a los turistas atrapados en los campamentos de Narok, a 215 kilómetros de Nairobi, indicó en X la Cruz Roja de Kenia.

La autoridad nacional de carreteras de Kenia comunicó que había cerrado una sección de una ruta que conduce a la ciudad y al menos otras tres en todo el país debido a inundaciones y escombros

El desastre llevó al papa Francisco a expresar su solidaridad con los kenianos durante una audiencia general el miércoles en el Vaticano.

"Yo... deseo expresar al pueblo de Kenia mi cercanía espiritual en este momento en que graves inundaciones han cobrado trágicamente la vida de muchos de nuestros hermanos y hermanas, herido a otros y causado una destrucción generalizada", comentó.