El máximo oficial militar de los Estados Unidos se vio obligado a tomar precauciones para limitar la capacidad militar del entonces presidente Donald Trump y tuvo que convencer a China de que las dos naciones no irían a la guerra, según revela un nuevo libro escrito por los periodistas Bob Woodward y Robert Costa de The Washington Post.

Los extractos publicados del texto titulado 'Peril' ('Peligro') revelan que a raíz del ataque del 6 de enero al Capitolio de EEUU, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, convocó a altos mandos militares en el Pentágono para revisar los procesos de acción del Ejército, incluido el uso de armas nucleares y les instruyó que no ejecutaran órdenes sin que él fuera informado.

Las acciones de Milley habrían sido motivadas por una llamada telefónica con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien expresó su preocupación por la posibilidad de que "un presidente inestable" ordene hostilidades militares o incluso un ataque nuclear.

"Sabes que está loco. Ha estado loco durante mucho tiempo", señaló Pelosi, a lo que Milley se mostró "de acuerdo en todo", según la transcripción de la conversación obtenida por los periodistas.

De acuerdo con el portal RT en Español, el libro también relata que Milley tuvo que actuar en dos ocasiones con llamadas a su homólogo chino, el general Li Zuocheng, para asegurarle que EE.UU. no atacaría su país.

Pekín creía que Washington preparaba un ataque después de los ejercicios militares estadounidenses en el mar de la China Meridional y los recurrentes ataques de Trump hacia el gigante asiático, recoge AP.

El primer diálogo ocurrió el 30 de octubre de 2020, cuatro días antes de las elecciones presidenciales. "General Li, le aseguro que el Gobierno estadounidense es estable y todo está bien. No atacaremos... Y si vamos a atacar, le avisaré", afirmó Milley a su par chino en esa ocasión.

La segunda llamada tuvo lugar el 8 de enero de 2021, dos días después de que simpatizantes de Trump asaltaran el Capitolio. En ese entonces, Li parecía no estar del todo conforme con las palabras tranquilizadoras de Milley al ver lo que sucedía en Washington. Y el jefe militar estadounidense lo entendía, pues él mismo creía que el presidente había sufrido "un declive mental", que lo llevaron a posponer unos ejercicios militares y tomar medidas preventivas dentro de la institución.

La nueva publicación también aporta novedades sobre los esfuerzos de Trump por mantenerse en el poder después de haber perdido las elecciones. El ex mandatario presionó a su vice Mike Pence para que se negara a certificar los resultados de la proclamación en el Capitolio. "No quiero ser más tu amigo si no haces esto. Nos has traicionado. Yo te hice cuando no eras nada", le reprochó Trump a Pence después de que él finalmente se negara a seguirle el juego.

En respuesta al eco mediático que desató el contenido del nuevo libro, Trump lo calificó de "noticias falsas" y arremetió contra el jefe del Estado Mayor Conjunto. "Si la historia del tonto general Mark Milley, el mismo líder fallido que diseñó la peor retirada de un país, Afganistán, en la historia de Estados Unidos (...) es cierta, entonces supongo que él debería ser juzgado por traición", señaló el ex presidente en un comunicado.

Trump también alegó que la historia presentada era "inventada por un general débil e ineficaz" junto con dos autores a los que se negó a dar una entrevista "porque escriben ficción y no hechos".

"Para que conste, nunca pensé en atacar a China, y China lo sabe. La gente que fabricó la historia está enferma y demente, y la gente que la imprime es igual de mala", agregó.