El desabastecimiento que produjo la crisis sanitaria india en la provisión de vacunas de Covax para este año, que se destinan a los países que más las necesitan, puso en jaque el sistema de distribución justo y equitativo que se propuso esta iniciativa internacional, codirigida por la Alianza Gavi para las Vacunas (Gavi), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mayoría de los suministros, incluidas las vacunas desarrolladas por el esfuerzo conjunto de la Universidad de Oxford y AstraZeneca PLC, así como por la empresa estadounidense Novavax Inc., se están produciendo en la India.

Los funcionarios que trabajan con Covax dicen que hay poca claridad sobre cuándo se reanudarán los envíos a gran escala, después que hace un mes el gobierno indio prohibió la exportación de vacunas para proteger a sus propios ciudadanos, lo cual ralentiza los suministros a otros países pobres.

La entidad está realizando una campaña internacional para recibir donaciones que permitan una redistribución que apunte a los países en desarrollo que más las necesitan, los que quedaron mal parados ante la medida restrictiva en las entregas de la India, ya que habían vacunado solo a una pequeña parte de su población, incluidos los trabajadores sanitarios de primera línea.

La India produce las vacunas Covishield, desarrollada por la universidad británica de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, y fabricadas por el Instituto Serum de la India (SII); y Covaxin, la fórmula india desarrollada por el laboratorio indio Bharat Biotech junto al Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR).

El país sudasiático había donado en total casi 8 millones de vacunas contra el coronavirus a 35 países, entre los que se encuentran, principalmente, además de Maldivas y Bután, otras naciones vecinas como Bangladesh (2 millones), Birmania (1,7 millones), Nepal (1 millón), Afganistán y Sri Lanka (ambos con 500.000), algunas de las cuales también adquirieron más dosis por la compra de lotes.

También suministró dosis a países latinoamericanos, con donaciones a Guatemala (200.000) y Nicaragua (200.000); ventas a México (870.000), Brasil (4 millones), El Salvador (20.000) o Argentina (580.000), y envíos mixtos a República Dominicana (50.000).

Pero el país proveedor se encontró de golpe con que sólo la había suministrado internamente al 2% de sus 1.400 millones de habitantes y se le vino una avalancha de contagios que desbordó el sistema sanitario y obligó a cortar los envíos al exterior comprometidos. En las últimas 24 horas el país más poblado del mundo ha registrado 352.991 nuevos contagios y 2.812 muertes. Llegan nueve días por encima de los 200.000 contagios diarios y tasas de positivos superiores al 35%,

En tal sentido, anunció el Instituto Serológico de la India, encargado de la producción de más del 60% de las vacunas que se venden a nivel mundial, que no podrá entregar las 90 millones de dosis que planeaba distribuir entre abril y mayo.

En particular, las restricciones a las entregas están poniendo de relieve una debilidad importante en la iniciativa Covax, un programa financiado principalmente por gobiernos occidentales para distribuir inyecciones gratuitas a 92 países de ingresos bajos y medios.