Las agencias de Seguridad estadounidenses le confiaron al medio “Politik” que manejan la información de que dos embarcaciones de guerra iraníes van rumbo al país caribeño, lo cual podría ser visto por el Gobierno de EEUU como una provocación en marco de las tensiones que ambos países vienen manteniendo. 

Los dos buques equipados con fines bélicos fueron avistados proa al sur por la costa oriental de África, pero ello no confirmaría que el destino sea el que sospechan, ni tampoco se conoce la carga que llevan a bordo.

Tanto Irán como Venezuela fueron sancionados por Estados Unidos y últimamente estrecharon sus vínculos económicos y políticos, a tal punto que el país oriental abasteció de petróleo refinado a su aliado sudamericano.

Inclusive, ambos comparten inversiones en fábricas de automóviles y cemento. Las fuentes de inteligencia confiaron al medio estadounidense estar contestes de que los funcionarios del régimen de Nicolás Maduro se están cuidando muy bien de ocultar que los buques iraníes están en viaje hacia su país.

Provocación

Es que un acto de presencia iraní en Venezuela podría ser tomado como un desafío a la autoridad estadounidense en la región, lo cual encendería polémicas sobre las reanudación de las negociaciones entre Washington y Teherán.

Como quiera que sea, se sabe que la nave Makran, de 755 pies de largo, puede ser utilizada como plataforma para misiones de guerra electrónica y operaciones especiales, tal como la describiera la prensa iraní. Pero a la vez fueron ponderadas las capacidades de transportar misiles y armas, y trasladar de seis a siete helicópteros, así como aviones no tripulados.

Las consultas efectuadas en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela, en la Misión de Irán ante la ONU y en la Casa Blanca y el Pentágono no arrojaron luz sobre el episodio.

Lo único cierto detrás de las especulaciones es que la República Islámica de Irán ayudó a Venezuela mediante el envío de camiones cisterna de combustibles cuando colapsó la refinación de petróleo en el país caribeño y escaseó la gasolina. 

Como contrapartida, el régimen bolivariano facilita a Teherán el acceso financiero que necesita imperiosamente, dado su déficit de divisas, para poder mantener relaciones en América Latina.