Miles de indígenas intentaron irrumpir en la sede de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador en el undécimo día de protestas contra el gobierno de Guillermo Lasso, pero fueron reprimidos por la Policía con gases lacrimógenos.

Lasso había resuelto horas antes desalojar la emblemática Casa de la Cultura, un lugar simbólico para los pueblos originarios que desde el 13 de junio estuvo ocupada para una asamblea del movimiento.

Un grupo de manifestantes encabezados, en su mayoría por mujeres, avanzó luego hacia la Asamblea Nacional, ubicada a pocos metros y custodiada por un cordón de militares y policías que los indígenas intentaron sobrepasar.

De acuerdo con el diario El Comercio, la Policía advirtió con un megáfono que los legisladores no estaban en el lugar y que no se permitiría el ingreso, pero el mensaje no se escuchaba.

Ante la presión, los efectivos reaccionaron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, mientras los manifestantes comenzaron a lanzar piedras.

Los manifestantes se replegaron hacia un parque vecino a la Casa de la Cultura, según la agencia AFP.

El líder de las manifestaciones y titular de Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leónidas Iza, escuchó las detonaciones mientras daba una entrevista. "Eso es una mala señal realmente. Habíamos pedido a nuestras bases que simplemente podamos hacer una marcha pacífica".

La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos reportó, desde el inicio de las protestas, el 13 de este mes, al menos cuatro muertos, 92 heridos y 94 detenidos.

El reclamo central, en una economía dolarizada y empobrecida, donde los combustibles son subsidiados, el incremento de la gasolina y el diésel encareció los fletes, los indígenas alegan que están cosechando a pérdidas.