Al menos 14 personas murieron y otras tres resultaron heridas en un ataque con bomba contra un autobús del ejército en el centro de Damasco este miércoles, informó la agencia estatal de noticias SANA.

Se escuchó una potente explosión durante madrugada, proveniente de bombas puestas al borde de la carretera que tenían como objetivo un autobús militar de pasajeros que pasaba cerca del Puente Presidente, en el corazón de la capital siria.

Después de la explosión, un escuadrón de bombas encontró un tercer dispositivo explosivo y lo desmanteló, agregó la mencionada fuente. Mientras tanto, la agencia de noticias estatal publicó fotos de un autobús de pasajeros carbonizado al cual acudió personal militar para verificar la situación.

El Puente Presidente es una zona muy transitada en Damasco donde se encuentra la principal estación de transporte, que conecta la capital a través de decenas de autobuses, minibuses y minivans.

Según informó la agencia oficial siria SANA, este atentado es el primero en tres años en la capital del país árabe. Dos artefactos fueron “previamente ubicados” en el vehículo que fue detonado en las primeras horas de la mañana cuando transitaba en el centro, en un área cercana al puente de Al Raes.

La agencia oficial calificó este hecho como un “ataque terrorista”, aunque no señaló a ningún grupo ni movimiento en particular.

Existió una tercera bomba que las fuerzas de seguridad e ingeniería desactivaron antes de que los atacantes accionaran.

Entre las 14 víctimas y los heridos no se precisó aún si son miembros militares o civiles. Sin embargo, el suceso se dio en una zona residencial de Damasco, donde transita una importante cantidad de vehículos.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización no gubernamental que tiene su sede principal en el Reino Unido, alertó que el número actual de fallecidos podría aumentar considerablemente por la numerosa cifra de heridos comprometidos.

En comentarios con los medios del Estado, el ministro del Interior Mohamad Al-Rahman aseguró que perseguirán a los “terroristas que cometieron este crimen atroz, donde quiera que estén”.

La capital de la nación árabe no tenía incidentes de esta índole desde hace tres años, cuando las tropas leales al Gobierno recuperaron el control de Guta Oriental, región vital de los opositores, a las afueras de la ciudad principal. Los únicos ataques que padeció en ese tiempo fueron bombardeos de los aviones israelíes.

La situación actual de Siria muestra una gran parte del territorio nacional controlada desde Damasco y los últimos rastros de la oposición armada en la provincia de Idlib y Alepo. La década de intenso conflicto registra cientos de miles de muertos.

Una de las zonas donde más fuerte se posicionan los opositores del gobierno es Idlib. Allí, las fuerzas militares sirias llevaron adelante un bombardeo a un mercado que mató a 11 civiles. Según informó Unicef, entre las víctimas se encuentran cuatro niños.

La agencia humanitaria de las Naciones Unidas detalló que los chicos se dirigían a la escuela este miércoles cuando el ataque los alcanzó. “La violencia de hoy es otro recordatorio de que la guerra en Siria no ha llegado a su fin. Los civiles, entre ellos muchos niños, siguen soportando la peor parte de un brutal conflicto de una década”, manifestaron en un comunicado.

Los rescatistas, testigos y trabajadores médicos, aseguraron que entre las 30 personas heridas había varios escolares. El ataque se produjo poco después de las bombas detonadas en Damasco.