Damien Tarel, el hombre de 28 años que el pasado martes abofeteó al presidente francés, Emmanuel Macron, durante un viaje oficial al sur del país, marchaba preso este jueves tras haber sido condenado a cuatro meses firmes de prisión por el Tribunal de Valence, que lo sentenció a 18 meses de prisión, catorce de ellos exentos de cumplimiento, según precisa la información de los medios internacionales.

La Fiscalía había solicitado 18 meses de prisión contra él, que se le retirara durante un máximo de cinco años el derecho al voto, se vetara durante ese lapso su acceso a las armas y se le prohibiera de manera definitiva el ejercicio de funciones públicas.

El Fiscal consideró el guantazo como un acto de humillación con el que Tarel pretendía degradar la imagen del jefe del Estado y dijo que no "comprende las razones" por las que pasó al acto. Además, estimó que había el riesgo de reincidencia ante una actitud de "fría determinación" que había quedado en evidencia, según Le Monde.

El sujeto, que estaba desempleado, ha sido condenado en un juicio por el procedimiento de comparecencia inmediata celebrado dos días después de la agresión que acompañó del grito de guerra que sigue siendo usado por la extrema derecha monárquica: "¡Montjoie Saint-Denis!" y "¡Abajo la Macronía!".

El ataque provocó la denuncia unánime de toda la clase política en Francia y declaraciones de solidaridad hacia el presidente.

El individuo fue detenido junto a otro hombre, que será juzgado en el segundo semestre de 2022. Ninguno de ellos tenía antecedentes judiciales. Eran amigos y compañeros en varias asociaciones locales de artes marciales, de admiradores de la Edad Media y del universo manga.

El abogado de Tarel aseguró a los medios antes de que se dictara sentencia que su cliente había tomado conciencia de su comportamiento y que no repetirá los actos.

Macron, quien decidió no denunciar a su agresor, calificó por su parte la agresión este jueves en una entrevista en la cadena BFM TV de acto "imbécil y violento".