Condenaron a 10 militares peruanos que violaban en grupo a campesinas
La corte calificó el caso Manta y Vilca, en la región Huancavelica, como un crimen de lesa humanidad, que en el enfrentamiento armado con Sendero Luminoso victimizó a más de 5.300 mujeres.
Diez militares fueron condenados por una corte penal de Perú por violar sexualmente a nueve jóvenes campesinas, entre 14 y 15 años, en la región surandina Huancavelica, durante los años del conflicto armado entre el Ejército y el grupo terrorista Sendero Luminoso.
La Primera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria emitió tardía sentencia en el denominado caso Manta y Vilca, en tanto que la reservó para otros tres implicados por haber abandonado el proceso.
Siete de los acusados recibieron 10 años de cárcel, uno fue condenado a 12 años de prisión, uno a ocho años y otro a seis años de cárcel.
Se les impuso además una reparación civil de 100.000 soles (aproximadamente 24.400 euros) "por cada uno de los condenados y en favor de cada una de agraviadas que violentaron sexualmente".
La corte calificó el caso Manta y Vilca como un crimen de lesa humanidad.
Según el Registro Único de Víctimas del Ministerio de Justicia, más de 5.300 mujeres fueron víctimas de abuso sexual durante el conflicto armado interno entre 1980 y 2000 en Perú.
Foco terrorista
Los aberrantes sucesos tuvieron lugar entre 1984 y 1995, en la surandina región Huancavelica, situada a 427,3 km al sudeste de Lima, en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes a orillas del río Ichu, afluente del Mantaro.
Los efectivos se instalaron en 1984 en la comunidad de Manta, distrito de Huancavelica, para tomar el control de la zona, y al poco tiempo empezaron las denuncias de violaciones sexuales a las mujeres del poblado, incluso a menores de edad y adolescentes, campesinas y quechuahablantes.
Las denuncias de abusos sexuales en las bases militares de Manta y Vilca fueron incluidas en el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 2003, lo cual permitió que la fiscalía provincial iniciase las investigaciones preliminares, consignó el diario El Comercio, de Lima.
En 2009 se abrió el proceso penal, pero en 2018 el caso se cierra por irregularidades cometidas por el tribunal, incluido por el fujimorismo durante muchos años para envolver con impunidad los abusos a los derechos humanos de las fuerzas armadas..
El segundo juicio por este caso se abre en 2019 y continúa hasta la sentencia emitida en esta fecha.
Lesa humanidad
Representa para Perú una condena histórica en la lucha contra los crímenes de lesa humanidad, según destacó la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) en su cuenta de la red social X.
El uso sistemático de las violaciones y otras formas de violencia sexual como arma por parte de los agresores es tristemente universal y se repite en la historia.
El Centro de Documentación Lemkin presentó en Berlín una denuncia sobre los rusos que sometían a la población a través del avasallamiento de sus derechos.
La activista ucraniana Tatiana Tipakova, que estuvo en la presentación, estima -basada en entrevistas con mujeres a las que ayudó a través de una ONG que dirige- que en los territorios ocupados nueve de cada diez mujeres fueron violadas por los rusos y que no hay ninguna que no haya sido objeto de alguna forma de violencia.
Aunque la barbarie humana forma parte de este tipo de atropellos, la herramienta es históricamente aprovechada por el invasor, lo que recientemente se vivió en el ataque de Hamas a Israel, que dejó 1.200 muertes, más de 200 rehenes y sistemáticas violaciones.