Las primeras urnas empezaron a cerrarse el martes en las elecciones de medio término de Estados Unidos, que determinarán si los republicanos toman el control del Congreso, lo que les daría el poder para bloquear gran parte de la agenda del presidente Joe Biden en los próximos dos años.

Motivados por la preocupación por la alta inflación y la delincuencia, los votantes parecían dispuestos a inaugurar una era de gobierno dividido en Washington, pese a las advertencias de los demócratas sobre la erosión del derecho al aborto y el debilitamiento de las normas democráticas.

Un sondeo a pie de urna de Edison Research entre los votantes mostró que la inflación y el aborto eran los asuntos más importantes en la mente de los votantes, con tres de cada diez citando uno u otro como su principal preocupación.

Los primeros colegios se cerraron a las 2100 GMT en Kentucky. Los resultados electorales en directo de todo el país pueden seguirse aquí.

En las urnas están en juego 35 escaños del Senado y los 435 de la Cámara de Representantes. Los republicanos son ampliamente favoritos para obtener los cinco escaños necesarios para controlar la Cámara, mientras que el Senado -que actualmente está dividido al 50%, con los demócratas en posesión del voto de desempate- podría dirimirse en un cuarteto de contiendas inciertas en Pensilvania, Nevada, Georgia y Arizona.

Con la votación en marcha, las autoridades estadounidenses dijeron que no veían una "amenaza específica o creíble" que pudiera interferir en la infraestructura electoral. Funcionarios locales informaron de problemas aislados en todo el país: una amenaza de bomba en Luisiana, una escasez de papel en el condado de Luzerne, Pensilvania, y un sitio web caído en el condado de Champaign, Illinois.

En el condado de Maricopa, Arizona -un campo de batalla clave-, los funcionarios dijeron que estaban arreglando las máquinas de tabulación, que estaban funcionando mal, asegurando que se contarían todos los votos.

Eso avivó las afirmaciones entre personalidades de la derecha de que los fallos eran deliberados. "¡¡¡El pueblo no lo tolerará!!!", escribió el expresidente Donald Trump en su plataforma digital Truth Social, sin ofrecer pruebas de fraude electoral.

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Preocupaciones económicas

Muchos votantes dijeron estar motivados por la frustración ante la inflación, que con un 8,2%, se sitúa en la tasa más alta de los últimos 40 años. "La economía es terrible. Culpo a la actual administración por ello", afirmó Bethany Hadelman, que dijo haber apoyado a los candidatos republicanos en Alpharetta, Georgia.

El temor al aumento de la delincuencia también fue un factor incluso en zonas de tendencia izquierdista como Nueva York, donde la actual gobernadora demócrata Kathy Hochul se enfrentaba al duro desafío del republicano Lee Zeldin.

"Tenemos delincuentes que repiten constantemente los delitos. Van a la cárcel y salen unas horas después o al día siguiente", dijo John Delsanto, de 35 años, un asistente legal que dijo haber votado por Zeldin.

Los resultados de las reñidas elecciones podrían no conocerse hasta dentro de unos días o incluso semanas.

Más de 46 millones de estadounidenses votaron antes del día de las elecciones, ya sea por correo o en persona, según datos del US Election Project. Los funcionarios electorales estatales advirtieron que llevará tiempo computar todos estos sufragios. El control del Senado quizás no se conozca hasta una posible segunda vuelta en Georgia el 6 de diciembre.

En el Congreso, una Cámara controlada por los republicanos podría bloquear proyectos de ley que aborden las prioridades demócratas, como el derecho al aborto y el cambio climático. Los republicanos también podrían abrir un pulso por el techo de la deuda de la nación, lo que podría agitar a los mercados financieros y lanzar investigaciones potencialmente dañinas sobre la administración y la familia de Biden.

La decisión de la Corte Suprema de junio de anular el derecho al aborto en todo el país había galvanizado a los votantes demócratas de todo el país, aumentando temporalmente las esperanzas del partido de poder desafiar a la historia.

No obstante, la obstinada subida de los precios tiene a los votantes insatisfechos pese a tener uno de los mercados laborales más fuertes de la historia.

Un sondeo de Reuters/Ipsos de esta semana reveló que solo el 39% de los estadounidenses aprueba la forma en que Biden está haciendo su trabajo. Algunos candidatos demócratas se distanciaron de forma deliberada de la Casa Blanca a medida que la popularidad de Biden languidecía.

Los datos de Trump son igualmente bajos, ya que solo el 41% de los encuestados en otro sondeo reciente de Reuters/Ipsos mostró una visión favorable. Trump, que votó en Florida, ha insinuado con frecuencia una tercera candidatura presidencial. El lunes dijo que hará un "gran anuncio" el 15 de noviembre.

(Reporte de Joseph Ax, Doina Chiacu, Susan Heavey y Gram Slattery en Washington, Gabriella Borter en Royal Oak, Michigan, Nathan Layne en Atlanta, Masha Tsvetkova en Nueva York y Tim Reid en Phoenix; escrito por Andy Sullivan; editado en español por Carlos Serrano, Reuters)