Un grupo indígena de la zona de la selva amazónica donde el periodista británico Dom Phillips y el experto indígena Bruno Pereira fueron asesinados en junio deploró la liberación de uno de los sospechosos del asesinato.

La Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javari (Univaja) escribió en un comunicado que la liberación del hombre apunta a la negligencia de las autoridades brasileñas en el procesamiento del caso y su incapacidad para contener el crimen organizado en la región.

Un juez federal del estado de Amazonas decidió el miércoles conceder la libertad provisional a Laurimar Lopes Alves, conocido como Caboclo, un pescador acusado de estar involucrado en el asesinato de Phillips y Pereira.

El juez indicó que Alves había estado bajo arresto provisional durante tres meses y que no podía ser retenido por más tiempo sin "motivos de peso" para detenerlo.

Alves fue detenido por la Policía Federal en agosto. Los medios locales informaron que era sospechoso de estar involucrado en la ocultación de los cuerpos de Phillips y Pereira, cuyos restos fueron encontrados enterrados en la selva luego de que un pescador confesara a la policía.

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La Policía Federal no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la decisión del juez, informó la agencia de noticias Reuters.

"Han pasado cinco meses desde que Bruno y Dom murieron. ¡Las autoridades encargadas de resolver el caso han sido tan lentas! Parece que las investigaciones se están llevando a cabo de manera ineficaz o simplemente se han detenido", dice el comunicado de Univaja.

Phillips, un periodista independiente que escribía para The Guardian, The Washington Post y otras publicaciones conocidas, estaba en un viaje de reportajes con Pereira en el Valle de Javari, una remota zona selvática en la frontera peruana que alberga a la mayor cantidad de personas no contactadas del mundo; indígenas.

Pero también merodean esos lugares bandas de traficantes de cocaína, cazadores y pescadores ilegales.

Ellos desaparecieron el 5 de junio y las autoridades braisleñas encontraron sus cuerpos varios días después.

En aquel momento, la Policía emitió siete órdenes de arresto.

El tribunal de Amazonas no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.