El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sostuvo el miércoles que aún no ha visto un plan para la ofensiva prevista por Israel frente la ciudad de Ráfah, en el sur de Gaza, que proteja a los civiles, y repitió que Washington no podía apoyar tal asalto.

Blinken y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunieron en Jerusalén durante dos horas y media, tras las cuales Israel repitió que la operación de Ráfah seguiría adelante a pesar de la postura de Estados Unidos y de una dura advertencia de la ONU de que conduciría a una "tragedia".

"No podemos apoyar ni apoyaremos una operación militar de envergadura en Ráfah si no existe un plan eficaz para garantizar que los civiles no sufran daños, y no, no hemos visto ese plan", expresó Blinken a los periodistas.

"Hay otras formas que a nuestro juicio son mejores para hacer frente al continuo desafío de Hamás que no requieren una operación militar de envergadura en Ráfah", señaló, y añadió que éste era el tema de las conversaciones en curso con funcionarios israelíes.

Un portavoz del Gobierno israelí sostuvo que Israel seguía decidido a destruir las restantes formaciones combatientes de Hamás.

"En lo que respecta a Ráfah, estamos decididos a eliminar los últimos cuatro de los cinco batallones de Hamás en Ráfah; estamos compartiendo nuestros planes con el Secretario de Estado Blinken", dijo el portavoz en una sesión informativa periódica.

Israel es la última parada de l amplia gira de Blinken por Oriente Próximo, y su séptima visita a la región, sumida en el conflicto el 7 de octubre, cuando Hamás atacó Israel.

Blinken habló en el principal puerto israelí, Ashdod, y elogió los "progresos significativos" logrados en las últimas semanas en materia de acceso humanitario, como permitir el paso de harina para Gaza a través del puerto, así como la apertura de nuevos pasos fronterizos.

"El progreso es real, pero dada la necesidad, dada la inmensa necesidad en Gaza, es necesario acelerarlo y mantenerlo", afirmó.

También pidió al Gobierno de Israel que tome una serie de medidas específicas para facilitar la ayuda a Gaza, donde casi la mitad de la población sufre un hambre catastrófica.

Estados Unidos es el principal apoyo diplomático y proveedor de armas de Israel.

La visita de Blinken se conoce aproximadamente un mes después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzara una dura advertencia a Netanyahu, afirmando que la política de Washington podría cambiar si Israel no toma medidas para abordar los daños a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores humanitarios.

El diplomático estadounidense también instó a Hamás a aceptar el acuerdo de tregua propuesto por los mediadores egipcios, que supondría la liberación de 33 rehenes a cambio de un mayor número de prisioneros palestinos y el cese de los combates, con la posibilidad de dar más pasos hacia un acuerdo integral más adelante.

"Israel ha hecho compromisos muy importantes", afirmó. "No hay tiempo para más regateos. El acuerdo está sobre la mesa. Ellos (Hamás) deben aceptarlo".

Un alto cargo de Hamás dijo que el grupo seguía estudiando el acuerdo propuesto, pero acusó a Blinken de no respetar a ambas partes y describió a Israel como el verdadero obstáculo.

"Los comentarios de Blinken contradicen la realidad", advirtió Sami Abu Zuhri a Reuters.

ASALTO A RÁFAH

El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, indicó el martes que una operación terrestre israelí en Ráfah estaba "en el horizonte inmediato" En un comunicado, aseveró que las mejoras israelíes en el acceso de la ayuda en Gaza "no pueden utilizarse para preparar o justificar un asalto militar en toda regla a Ráfah".

Netanyahu ha insistido en que la operación seguirá adelante, sea cual sea el resultado de las conversaciones, y los medios de comunicación israelíes informaron el miércoles de que seguía negándose a aceptar la exigencia central de Hamás de que cualquier acuerdo tendría que incluir un alto el fuego permanente y la retirada de las soldados israelíes.

El sitio de noticias Ynet, que basa su información en a la Oficina del primer ministro, afirmó que Netanyahu dijo a Blinken que una operación en Ráfah "no dependía de nada" y que rechazaba cualquier propuesta de tregua que pusiera fin a la guerra de Gaza.

El miércoles, médicos palestinos afirmaron que los ataques militares israelíes en toda la Franja de Gaza habían matado a 15 palestinos, cuatro de ellos en Ráfah.

Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a 253 en el ataque del 7 de octubre, según los recuentos israelíes. En respuesta, Israel ha invadido Gaza, matando a más de 34.000 palestinos, según las autoridades sanitarias locales, en un bombardeo que ha reducido gran parte del enclave a un páramo.

(Información adicional de Nidal al-Mughrabi en El Cairo y Simon Lewis en Washington; editado en español por Javi West Larrañaga y Aida Peláez-Fernández, Reuters)