Solamente pasaron cinco semanas desde que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que era "muy poco probable" que los talibanes se apoderaran de Afganistán.

Ahora, responsabilizó a las fuerzas de seguridad locales por el colapso tras la autoproclamada victoria y el control del país afgano.

Enumeró: “Les dimos todas las herramientas que necesitaban, les dimos todas las oportunidades para decidir su propio futuro. Lo que no pudimos darles es la voluntad de luchar por su futuro”.

También ratificó que con la decisión de retirar las tropas se pone fin a la guerra más extensa en la historia de EEUU.

"Fuimos a Afganistán hace casi 20 años con objetivos claros: atrapar a los que nos atacaron el 11 de septiembre de 2001 y asegurarnos de que Al Qaeda no pudiera usar Afganistán como base desde la cual atacarnos nuevamente. Hicimos eso, hace una década. Nunca se suponía que nuestra misión fuera la construcción de una nación", escribió en Twitter a través de la cuenta presidencial. 

Veloz desenlace

“Siempre le prometí al pueblo estadounidense que sería sincero con ustedes. La verdad es que esto se desarrolló más rápido de lo que habíamos anticipado. Les dimos todas las oportunidades para determinar su propio futuro. No pudimos darles la voluntad de luchar por ese futuro. Si Afganistán no es capaz de resistir a los talibanes, las tropas de EEUU no pueden hacer la diferencia”, dijo Biden en un mensaje a la nación.

“Sacaremos a nuestra gente y nuestros aliados lo antes posible, y luego de completar esto, terminaremos con la guerra más extensa de EEUU. Estos eventos son prueba de que ningún presencia militar en Afganistán marca la diferencia. Nuestra misión tuvo muchos errores en Afganistán. No voy a engañar a los estadounidenses diciendo que un tiempo más en Afganistán marcará la diferencia”, aseguró el jefe de la Casa Blanca. 

Prometió dar prioridad al tratamiento de las mujeres y las niñas bajo el régimen talibán en Afganistán, después de que la retirada de Estados Unidos permitiera el regreso de los insurgentes islamistas.

Ratificó y defendió firmemente, de todos modos, la decisión de retiro de EEUU de Afganistán: "Después de 20 años, aprendí por las malas que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses", añadió.

Advirtió, empero, a los talibanes de que no interrumpan ni amenacen la evacuación de miles de diplomáticos estadounidenses y traductores afganos en el aeropuerto de Kabul.

Y que la respuesta a cualquier ataque sería "rápida y contundente": "Defenderemos a nuestra gente con una fuerza devastadora si es necesario", enfatizó.

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