El Gobierno y los bomberos del estado brasileño de Pernambuco (noreste) elevó este lunes a 87 el número de fallecidos en la región como consecuencia de las fuertes lluvias que afectan la región, principalmente en la capital, Recife.

Un total de 56 personas permanecen desaparecidas, mientras que hay cerca de 4.000 personas desalojadas por las fuertes lluvias, que causaron graves inundaciones y deslizamientos de tierra y destruyeron algunos barrios.

Catorce municipios de Pernambuco, entre ellos Recife, decretaron la situación de emergencia.

El estado de Pernambuco resultó afectado desde la semana pasada por las fuertes lluvias que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra con decenas de casas sepultadas, sobre todo en la capital regional, la ciudad de Recife y su zona metropolitana.

El gobernador Paulo Cámara anunció la liberación de unos 20 millones de dólares para los municipios afectados, para las operaciones de salvación y búsqueda de supervivientes y obras urgentes de infraestructura.

La turística ciudad de Recife y su región metropolitana fueron las más afectadas por las lluvias, que esta semana habían dejado cinco muertos, aunque desde este sábado se registraron 51 fallecimientos más, en su mayoría por deslizamientos de tierra.

Los titulares de los ministerios de Desarrollo Regional, Turismo y de Salud de Brasil sobrevolaron el domingo las zonas castigadas por las lluvias y prometieron ayuda del gobierno federal.

Las lluvias también afectan al vecino estado de Alagoas, donde dos personas murieron y unas 7.000 se encuentran desalojadas debido a las inundaciones.