El político brasileño Roberto Jefferson se entregó a primera hora de la noche del domingo tras herir a dos policías, al resistirse al arresto ordenado por el Supremo Tribunal Federal (STF) del país.

El presidente Jair Bolsonaro trató de distanciarse de su aliado publicando un video en las redes sociales tras su detención, diciendo que alguien que dispara a los policías debe ser tratado como un criminal.

Dos agentes resultaron heridos por la metralla de una granada lanzada por el exdiputado. Ambos fueron trasladados a un hospital y posteriormente fueron dados de alta, según un comunicado.

En un video publicado en las redes sociales el domingo por la mañana, el diputado mostró una imagen de policías federales llegando a su casa, y más tarde admitió en otra grabación que había apuntado al auto policial, pero no a los agentes.

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El juez del STF Alexandre de Moraes había ordenado que Jefferson fuera llevado a la cárcel después de que el exdiputado y presidente del partido PTB divulgó una cinta en la que ofendía a la juez Cármen Lúcia Antunes, debido a las decisiones que tomó en relación con las elecciones presidenciales.

En su decisión, Moraes dijo que Jefferson no cumplió las condiciones de su arresto domiciliario. Jefferson ya era investigado por la supuesta participación en la producción de noticias falsas y el viernes divulgó declaraciones en las que ofendía a la juez Antunes, quien decidió transferir parte del tiempo de emisión de Bolsonaro al otro candidato presidencial, el exmandatario izquierdista Luis Inácio Lula da Silva, después de que este se quejó de ofensas en los anuncios políticos de su rival.

Dos senadores opositores, Randolfe Rodrigues y Eliziane Gama, habían pedido al Supremo que sancionara a Jefferson por ofender a la magistrada.

(Reportaje de Rodrigo Viga Gaier y Alexandre Caverni, Redacción de Tatiana Bautzer; edición de Diane Craft, Reuters)