Al borde de las lágrimas, la primera ministra de Finlandia pidió perdón por la viralización de sus videos
Desde hace unos días Sanna Marin está en el ojo de la tormenta por los diversos videos e imágenes en fiestas con alcohol y drogas.
La ministra de Finlandia, Sanna Marin, realizó una conferencia luego de la viralización de videos y fotos en donde se la ubica como protagonista en fiestas privadas con música alta, alcohol y drogas y que generaron un fuerte repudio en la sociedad que casi le cuesta su puesto.
La funcionaria se mostró angustiada por la divulgación sin su consentimiento de los archivos y al borde de las lágrimas sostuvo: “No tengo nada que ocultar. Pasé la noche con amigos de fiesta. Bailé, canté e hice cosas legales. No consumí ninguna droga, por lo que no es un problema hacer una prueba de drogas”.
Hace unos días Marin se sometió a un test ante el revuelo que habían generado los contenidos subidos de tono en redes. El mismo dio negativo y el resultado fue informado por la ministra.
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Imágenes de los videos difundidos en la última semanaEn la conferencia señaló que había estado en una fiesta con amigos y que se grabó considerando que era un ámbito privado y que eso no iba a salir de ahí: “Confiaba en que como los videos son privados y se publicaron en un evento privado, no se publicarían”, expresó.
Cuando las imágenes comenzaron a difundirse por todas las redes sociales muchos cuestionaron el accionar de la ministra al considerar que la situación económica del país no era la mejor, mientras que otros tantos la aplaudieron.
En las últimas horas, Sanna se vio involucrada en otro escándalo. En esta oportunidad circularon fotos de dos amigas a las que se las ve en topless en una fiesta dentro de la residencia oficial.
"Creo que esa foto no es apropiada, me disculpo por ello. No deberían haber tomado esa foto, pero por lo demás no ocurrió nada extraordinario durante aquella noche”, explicó.
Ante la prensa también afirmó que los dispositivos de seguridad estuvieron presentes en todo momento y que se facilitaron los nombres de todos los invitados a los miembros de la seguridad que monitorean la casa: “Utilizamos las instalaciones del sauna y la zona del jardín, pero no pasamos tiempo dentro de la casa Kesäranta, aunque los baños de la planta baja sí estaban en uso”.
El año pasado Marin tuvo su primer repudio luego de asistir a una fiesta cuando debía cumplir cuarentena obligatoria por ser contacto estrecho con un positivo de Covid-19. Desde ese momento la ministra más joven del mundo recibió diversas críticas por su favoritismo a las fiestas y excesos.