Once personas, entre ellas seis niños, murieron en ataques israelíes contra pueblos del sur de Líbano, dijeron el director de un hospital y tres fuentes de seguridad libanesas, mientras Israel decía haber respondido a un ataque con cohetes de Hezbolá que mató a uno de sus soldados.

Hezbolá y el ejército israelí llevan más de cuatro meses intercambiando disparos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano, después de que el grupo armado libanés lanzara cohetes a través de la disputada frontera en apoyo de su aliado palestino Hamás.

Una mujer y sus dos hijos murieron en un ataque israelí contra la aldea de al-Sawana, informaron dos fuentes de seguridad.

Un ataque contra un edificio en Nabatieh mató a otros cuatro niños, tres mujeres y un hombre, según el director del hospital de la ciudad, Hassan Wazni, y otras tres fuentes de seguridad. También resultaron heridas siete personas, dijo Wazni a Reuters.

Cuatro combatientes de Hezbolá murieron en ataques separados, según el grupo y fuentes de seguridad.

Hezbolá no anunció ninguna operación. El jefe de su consejo ejecutivo afirmó que los ataques de Israel contra Líbano "no pueden pasar sin una respuesta".

Un portavoz del Gobierno israelí dijo a los periodistas que las descargas de cohetes desde Líbano habían matado a un soldado israelí y otros ocho fueron hospitalizados.

"Como hemos dejado claro una y otra vez, Israel no está interesado en una guerra en dos frentes. Pero si se nos provoca, responderemos con contundencia", dijo la portavoz Ilana Stein.

"La realidad actual, en la que decenas de miles de israelíes están desplazados y no pueden regresar a sus hogares, es insoportable. Deben poder volver a casa y vivir en paz y seguridad".

Stein y el ejército israelí dijeron que el ejército había respondido al lanzamiento transfronterizo de cohetes desde Líbano.

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El jefe militar de Israel, Herzi Halevi, que se había reunido con los jefes de los municipios locales del norte de Israel, dijo que a pesar de lo que describió como logros contra Hezbolá, éste "no era el momento de parar".

El jefe de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dijo en un discurso televisado que su grupo sólo detendría sus intercambios de disparos si se alcanzaba un alto el fuego total para Gaza.

Los bombardeos transfronterizos han causado ya más de 200 muertos en Líbano, entre ellos más de 170 combatientes de Hezbolá, así como una docena de soldados israelíes y cinco civiles israelíes. También ha desplazado a decenas de miles de personas en las zonas fronterizas de ambos países.