Luego del dramático testimonio que presentó ante la Justicia estadounidense para destituir a su padre como tutor de su patrimonio, Britney Spears perdió la batalla judicial y Jaime Spears seguirá administrando sus finanzas. El fallo, que salió a la luz en las últimas horas, asegura que la artista todavía no puede hacerse cargo de sus negocios ni de sus asuntos personales.

Apenas una semana atrás, en una audiencia ante una jueza en Los Ángeles, que se transmitió en vivo, la cantante de "Baby One More Time" y "Oops!... I Did It Again" contó el calvario que vive hace trece años. "Sólo quiero que me devuelvan mi vida", manifestó angustiada y reveló que hace tiempo que le cuesta dormir y es infeliz. "Me gustaría demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo", agregó.

Su vida cambió por completo en 2008, cuando sufrió un colapso mental en medio de su peor momento personal y profesional. Desde entonces, su progenitor quedó a cargo de todo y aunque en más de una oportunidad aseguró que estaba conforme con esta dinámica, recientemente calificó como "abusiva" a la conducta de su padre y comparó a la tutela con una "cárcel". "Quiero poder casarme y tener un bebé. Me dijeron que no podía. Tengo un DIU, pero no me dejan ir al médico para quitarlo porque no quieren que tenga más hijos. Esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien", relató. Y reveló que fue medicada con litio, contra su voluntad: "Es una droga fuerte. Me sentí borracha, ni siquiera podía tener una conversación con mi mamá o mi papá sobre nada. Me tenían con seis enfermeras diferentes".

"Me siento intimidada, excluida y sola. Estoy cansada de sentirme sola. Merezco tener los mismos derechos", reclamó y explicó que tanto su madre, Lynne Irene Spears, como su hermana, Jaime Lynn Spears, están de acuerdo con los manejos de su padre. Por otra parte, reconoció que durante mucho tiempo estuvo en un "estado de negación" y que por eso no hablaba públicamente de lo que pasaba en su intimidad. "He mentido y le he dicho al mundo entero: ‘Estoy bien, estoy feliz’", señaló. Y subrayó: "He estado en estado de shock. Estoy traumatizada".

Por su parte, Jamie pidió que se investiguen "las alegaciones serias sobre trabajo forzado, terapia médica forzada, cuidado médico inadecuado y privación de derechos personales" en su contra y presentó una serie de documentos que demostrarían que no estuvo a cargo del patrimonio de su hija en los últimos años

Hace tiempo que sus seguidores impulsaron el movimiento #FreeBritney en las redes sociales, preocupados por su salud. El pedido desesperado por el fin de la tutela se acrecentó en febrero pasado con el lanzamiento del documental "Framing Britney Spears", en el que la cantante cuenta parte de lo que vivió. Por lo pronto, la cantante tendrá que esperar hasta la próxima audiencia del 14 de julio para ver si finalmente podrá tener autonomía sobre su vida.