El 14 de octubre Lío Pecoraro dio la noticia más difícil de su vida: le habían diagnosticado leucemia promielocítica y su estado de salud era complicado. Desde entonces, el periodista pasó todos estos meses internado en el Hospital de Clínicas o aislado en su hogar, ya que sus defensas están bajas y es muy riesgoso en plena pandemia.

Y a pesar de que atravesó momentos críticos, en los que estuvo internado en terapia intensiva con respirador, Pecoraro mejora a pasos agigantados, y luego de anunciar que su médula sanó tras la primera etapa del tratamiento, inició el segundo tramo del procedimiento con mucha esperanza.

"Decretado, ganado y sanado", se convirtió en el lema que repite a diario, convencido de que superará esta dura enfermedad. Incluso en los últimos días, compartió con sus seguidores su alegría porque le está creciendo el pelo, luego de haberlo perdido como consecuencia de la quimioterapia.

"Me quedan dos etapas: una la arranco el 4 de enero y la otra es en febrero, pero está muy bien porque está decretado, ganado y sanado", contó en "Todas las tardes", el programa en el que se desempeña como panelista, pero actualmente está de licencia.

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