La versión más hermosa de El Principito está en el Teatro Ópera

La historia de El Principito es la segunda más leída después de la Biblia, por eso resulta un gran desafío llevarlo al teatro, hacerlo de manera musical y que resulte entretenido para chicos y grandes.

Pero esta nueva versión que se estrenó en el Teatro Ópera superó todas las expectativas. Relata la historia de una manera muy clara, tiene despliegue de vestuario, personajes y actuaciones maravillosas y un nivel musical insuperable.

La trama va sumergiendo al espectador en esta maravillosa aventura que cuenta el aviador cuando cae con su avión en el desierto y se encuentra con un pequeño niño que le pide que vuelva a dibujar, algo que él había abandonado por “consejo” de los adultos durante su infancia. Ese encuentro se transforma en amistad y ahí es cuando se comienza a mezclar el mundo de los adultos con la inocencia de los chicos, planteando interrogantes sobre la visión que tenemos nosotros mismos sobre nuestro planeta y nuestra manera de vincularnos con los demás.

Las tentaciones, los vicios y los prejuicios de los adultos chocan con los interrogantes de un niño curioso que comienza a conocer el mundo y que descubre las responsabilidades y los peligros que lo habitan.

Juan Carlos Baglietto junto a sus hijos Julián y Joaquín encabezan este proyecto que es una nueva versión musical de aquella que protagonizó el mismo Baglietto, 20 años atrás. Además, cuenta con las actuaciones de Walas (Massacre), Flor Otero, Zaina, Valentina Podio, Carlos March, Roberto Catarineu y el debut de Luis Rodríguez Echeverría en el papel de El Principito.

Esta vez, la obra volvió por una iniciativa del mismo Baglietto; Juan quería volver a actuar y al mismo tiempo hacerlo con sus hijos, compartir ese proyecto con ellos. Así se gestó esta nueva versión, que lo tiene a Juan en el papel de Saint Exupery (el aviador en el cuento), a su hijo Joaquín (quien lo interpretó en la serie El Amor Después del Amor de Netflix) en el rol del Hombre de Negocios y a su hijo Julián (quien ha tocado en la banda de Baglietto-Vitale por años) a cargo de la composición y dirección musical de toda la obra.

Este proyecto, ahora familiar, propone una versión del clásico que navega por orillas contemporáneas, desde lo musical y desde lo performático: Walas, el líder de Massacre, se pone en la piel del personaje del Rey, siendo su primera incursión en un musical de teatro.

El rapero Zaina, una de las últimas figuras emergidas de las batallas de freestyle, interpreta al Vanidoso mientras que aporta una canción de su autoría al repertorio de la obra, en un trabajo conjunto con Julián Baglietto, aportándole modernidad a este clásico de la literatura.

Flor Otero, que había sido parte del elenco en aquella versión de hace dos décadas, ahora interpreta el personaje de la Serpiente, mientras que el Principito es encarnado por el joven Luis Rodríguez Echeverría, asumiendo su primer protagónico de un personaje para el que parece haber nacido.

El elenco se completa con la joven Valentina Podio en el papel de la Flor, Carlos March como el Bebedor y Roberto Catarineu como el Zorro. La dirección está a cargo de Eduardo Gondell, quien dirigió el musical en su anterior versión y que ha cosechado a lo largo de su carrera premios de la talla del Goya, el Estrella de Mar, el Florencio Sánchez y el Premio Platino.

Esta nueva versión de El Principito cuenta con una puesta en escena que incluye una pantalla de led Ultra HD de 14 metros de largo, nunca antes montada para un espectáculo en el Ópera.