Karina Gao habló con Pablo Montagna para Pasa Montagna, programa emitido por Radio Rivadavia, en el cual habló sobre su nuevo trabajo televisivo. La cocinera se unió al equipo de Cocineros Argentinos, programa que -según menciona- es uno de los más importantes para la carrera de un profesional culinario.

En ese sentido, reveló que se encuentra en una etapa de aprendizaje: “Estoy aprendiendo en todo sentido. El magazine no es el mismo formato que uno de ciento por ciento cocina; el formato se tiene que aprender”.

“Además, aprendo un montón porque cocino al lado de Narda y de los chicos, que tienen muchos años de experiencia no sólo en la cocina sino también en la cocina de televisión. También aprendo el vivo, porque no es lo mismo que antes, cuando tenía cinco minutos de receta, y ahora que tengo entre 20 o 30 y a veces 40. No es el mismo manejo del tiempo, así que estoy aprendiendo, pero estoy feliz”, agregó.

La propuesta para aparecer en Cocineros Argentinos llegó de manera inesperada, ya que reveló que ocurrió un día que fue a almorzar al restaurante de Ximena Sáenz, lugar al cual no iba a ir en un principio. “Ese día, mientras estábamos charlando, le digo: ‘Me estoy yendo de Flor de Equipo’, y ella me dice: ‘¿Vos qué querés hacer?’. ‘Yo la verdad es que quiero cocinar’, le respondí, y ahí me dijo: ‘¿A vos te gustaría estar en Cocineros?’”, detalló. Y añadió que esa misma noche tuvo la llamada del productor y que “no lo podía creer”.

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Sobre el popular programa de cocina opinó que es uno “muy familiero, uno con mucho cariño. Yo creo que tiene mucho cariño de la gente y adentro es una gran familia, todo el mundo se ayuda”. Además, contó que las tres experiencias televisivas que tuvo en el mundo de la cocina fueron “muy positivas”.

En medio de la entrevista, Karina también habló sobre uno de los momentos más duros en su vida: contrajo coronavirus en medio de su embarazo y en un momento donde no existían todavía las vacunas, lo cual complicó su salud y la mantuvo doce días en coma. Al respecto, reflexionó que “de todas las experiencias, sacás algo. Hoy en día me queda la parte positiva: el amor de la gente es lo primordial. Me encuentro con el público, que me dice ‘yo recé tanto por vos’, y eso es re emocionante para mí porque soy inmigrante, no soy argentina nacida, pero puedo recibir tanto amor de la gente de este país, que ahora es mi país”.

La cocinera, que está en el país desde hace 30 años, también contó que rescata de ese momento que sus hijos estén sanos, ya que el tercero de sus primogénitos nació luego de que ella estuviera en coma. Si bien su hijo está sano, ella quedó con secuelas: “Un poco la voz por la intubación, y después el pulmón está bien, pero a veces me agito. La verdad es que no me puedo quejar, ‘la saqué muy barata’, como dicen en Argentina”.  

En ese sentido, confesó que no tomó dimensión de la magnitud del problema: “Las cosas me fueron cayendo muy de a poco. Hace medio año caí, pero hay cosas que no me van cayendo, porque creo también que es un poco de mecanismo de defensa de la mente humano para que no te agarre ese vértigo repentino”.

“Yo tenía que estar radicada a recuperarme para mí y para mi bebé que tenía que nacer en dos meses, para recuperarme, entonces yo creo que el cuerpo me bloqueó muchas cosas para que yo no lo sienta. De a poco voy cayendo”, añadió.  

Por último, contó sobre sus próximos proyectos: “Por ahora estoy avocada a Cocineros Argentinos porque quiero hacerlo bien, hay mucha apuesta en la parte de producción”. De cara al futuro, está en plena preparación de su academia de cocina y, una vez que termine con eso, tiene en mente tener su propio restaurante. “Todavía está en pañales eso, me estoy animando a soñar”, cerró al respecto.

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