José Luis "El Puma" Rodríguez: "Me siento argentino de corazón"
El artista venezolano se prepara para presentarse en el teatro Gran Rex el 5 de octubre con El regreso de un ídolo.
José Luis "El Puma" Rodríguez sabe lo que se siente tenerlo todo. Una carrera exitosa, la familia que soñó, una vida tranquila, pero también conoció el miedo de perderlo todo, luego de que una fibrosis pulmonar idiopática lo dejara al borde de la muerte en más de una oportunidad. Pero como si su apodo hubiera signado su destino, apoyado en sus médicos y en su fe, "El Puma" sacó las garras y logró revertir los malos pronósticos.
A casi cinco años de su trasplante bipulmonar, el artista venezolano no pierde su pasión ni su deseo de contacto con su público de todo el mundo. Lejos de detenerlo, la pandemia de Covid-19 que lo obligó a parar por unos meses, hizo que tomara impulso para volver a lo grande. Y bajo esta premisa, el 5 de octubre llevará al teatro Gran Rex su show El regreso de un ídolo.
"Me preparo como siempre. Con las mejores buenas voluntades, con amor y con cariño, sintiendo que voy a ver gente querida. En cada espectáculo pregunto quiénes me ven por primera vez y, para mi sorpresa, siempre encuentro gente nueva que se acerca. Digo: 'Wow... ¡tanto tiempo para vernos!', pero así es el show business", cuenta entusiasmado en diálogo con Noticias Argentinas.
La pandemia hizo lo suyo y disparó un boom en relación a los espectáculos musicales, ¿lo notás?
-Sí, la gente quiere divertirse, alegrarse y disfrutar realmente. Esta pandemia condujo a la humanidad a la reflexión, para no dar sentado lo que tenemos todos los días. La costumbre y la rutina hacen que las cosas desaparezcan. Por ejemplo, una persona compra un cuadro muy costoso, importante, y bonito para colgar en su casa; lo ve el primer día, el segundo, el tercero y al cuarto pasa por al lado y se olvidó de ese cuadro. La costumbre hace que las cosas se vuelvan invisibles y también la gente... hasta que se va y uno dice '¿por qué no lo vi?'.
A mí me pasó una cosa muy curiosa en México. Me tardé mucho para ir y vi en primera fila a una muchacha que tenía un recipiente en sus manos. Se acercó al escenario y me dijo: 'Esta es mi mamá, que me dijo que viniera y la trajera, porque te tardaste mucho en venir'. Eso me pegó muchísimo, porque uno a veces deja de visitar países por muchas razones, pero eso me causó mucha impresión. Y sé que ahora me voy a encontrar con gente muy querida y muchos otros que todavía no me han visto.
Es interesante lo que planteás sobre la rutina y la costumbre, ¿cómo hacés para que no te afecte con 60 años de carrera?
-En Broadway hay obras que duran tres o cuatro años y hay actores que tiene dos años haciendo una obra, pero el público nuevo hace que ninguna función scea igual a la otra. Los actores sienten que cada noche hacen una obra nueva y a mí me pasa lo mismo, entonces no hay rutina ni costumbre,
¿Cómo explicás tu vínculo con la Argentina?
-Argentina y yo tenemos un romance hace muchos años. Realmente un romance, porque me siento argentino de corazón, aunque no hubiese nacido acá. Sigo de cerca a la Argentina desde que era niño: por las películas, su gente, los cantantes y los actores. Aún por los programas de comedia, porque Tito Martínez del Box creó la gran Radio Rochela, que duró 30 años con un equipo argentino y después estaban los Saco, que eran argentinos que producían programas musicales. O sea que hay un vínculo desde hace muchos años. Me siento a gusto en este país, la paso bien. Hay amistades sinceras y el culto a la amistad y a la familia son dos pilares muy fuertes de este país.
Entonces no habrá sido un problema instalarte en Buenos Aires para formar parte de Canta conmigo ahora.
-Para nada. Siempre la paso de maravilla y ya lo he hecho en otras oportunidades, como cuando hice La Voz Argentina.
¿Adoptaste alguna de nuestras costumbres?
-Intenté el mate, pero no me gustó, pero el asado no se puede rechazar. Es un símbolo de amistad. Cuando una persona te invita a un asado a su casa, quiere decir que formás parte de esa familia, que eres bienvenido. Así es la cultura argentina.
De la misma manera en la que te sentís identificado con la cultura de acá, formás parte del cancionero popular con tus grandes éxitos. ¿Con qué canciones se van a encontrar tus fanáticos en el Gran Rex?
-Hay canciones populares que no pueden faltar, pero también va a haber alguna que otra nueva. El repertorio de hits es imposible cambiarlo y es algo que no va a suceder. Tengo 600 canciones grabadas, pero las que quiere escuchar la gente son las que van a estar en el escenario.
A muchos artistas les pesan esos temas que siempre tienen que cantar, ¿alguna vez te pasó?
-No, forman parte del equipaje, de tí. Son trajes a la medida que uno se pone constantemente. Hay que hacerse cargo del éxito.
El 17 de diciembre se cumplen 5 años del trasplante bipulmonar que te salvó la vida y en enero de 2023 cumplís 80 años, ¿cuál es el secreto de tu vitalidad?
-Cuando tuve que alejarme de todo por mi enfermedad, me preguntaba qué iba a hacer, si mi vida es cantar y estar en televisión. Pensé que no iba a volver, porque los médicos no me garantizaran que iba a poder cantar, era suficiente con que me salvaran la vida. Empecé de cero, comiendo alimento líquido, sólido, como un renacido y con esfuerzo lo logré. Por eso me retiraré cuando el cuerpo no me de. Mientras pueda andar, caminar y cantar, voy a seguir.